China consiguió un nuevo récord Guinness con un show sin precedentes en el que 8100 drones sincronizados iluminaron el cielo. El evento no solo deslumbró a los residentes de Shenzhen, sino que sorprendió a toda la comunidad online al viralizarse las imágenes del espectáculo.
La exhibición constó de una coreografía aérea impresionante en la que los dispositivos formaron intrincadas figuras como dragones, flores y diseños abstractos y diversos e hipnóticos patrones llenos de luces y colores.
Por otra parte, el despliegue de los drones demostró el potencial que tienen estos los vehículos aéreos no tripulados para crear arte a gran escala y reemplazar a los fuegos artificiales, perjudiciales para muchas personas por sus fuertes sonidos y explosiones.
Más allá de su impacto visual, el acontecimiento puso de relieve los rápidos avances de China en tecnología de drones y su capacidad para utilizarlos en espectáculos a gran escala. Shenzhen, conocida por su innovación tecnológica, demostró ser el escenario perfecto para este acontecimiento y consolida su reputación como centro de desarrollos de vanguardia, no solo del gigante asiático, sino de todo el mundo.
El uso de drones en espectáculos no es algo nuevo. Desde hace años que se utilizan en inauguraciones de eventos deportivos y festividades patrias de varias naciones, por ejemplo. Al ofrecer una alternativa más segura y ecológica en comparación con los fuegos artificiales tradicionales, los vehículos aéreos no tripulados minimizan el riesgo de incendios y lesiones y permiten una mayor creatividad en la presentación de luces y formas.
La capacidad de coordinar miles de drones para crear imágenes dinámicas y coloridas es un testimonio del avance tecnológico en este campo, ya que se necesitan un gran poder computacional para la programación y sincronización.