Remodelar la cocina y que se ajuste a la medida de tus sueños es un objetivo alcanzable, solo requiere de organización y convicción, como todo en la vida. Para la influencer Ale Leguizamón, más conocida como Mama Emprende, conseguir la cocina de sus sueños era algo que sabía podía lograr.
«Que sea rosa, como la de Barbie», le dijo Ale, entre risas (aunque iba en serio), a su mano derecha, la diseñadora de interiores Mel Ruiz, quien se encargó de remodelar su antigua cocina y materializar el deseo de su clienta.
La isla color rosa, la gran protagonista de la cocina de Ale Leguizamón. – Créditos: Gentileza Mel Ruiz
Ale tuvo un par de desafíos previos para llegar a la cocina de sus sueños: convencer a Miguel, su marido, de que la cocina cambiaría de ser blanca y negra a, nada menos, que rosa.
Además del color buscaba conseguir mayor funcionalidad y espacio de guardado en un ambiente donde había pocas paredes de apoyo (y muchas ventanitas distribuidas en distintos lados). También quería asegurarse de que el rosa no invadiera demasiado el espacio y terminara por cansarlos.
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Los desafíos para lograr la cocina soñada
- La primera decisión que Mel y Ale tuvieron que tomar para optimizar el espacio de guardado fue la de modificar una pared por completo: donde había pequeñas ventanas, las cuales impedían usar esa pared como muro de apoyo, hubo que quitarlas y dejar la pared lista para generar un espacio amplio de guardado (donde fueron ubicadas alacenas y heladera).
- Para compensar la pérdida de luz luego de tapar esas tres ventanitas originales se resolvió compensarlo con la ampliación de otra de las ventanas del lugar.
- El espacio inicial tenía otra limitación: no había un sitio bien determinado para la heladera. “Ale quería desde el inicio una heladera doble, por lo tanto, el espacio para ella era fundamental”, nos cuenta Mel. Y lo lograron en la pared de sostén antes mencionada.
El espacio de lavadero ahora quedó integrado. – Créditos: Gentileza Mel Ruiz
- El lavadero, otro miniespacio polémico: antes de remodelarlo estaba ubicado adentro de un placard para nada estético, así que Ale sugirió a Mel buscar la manera de integrarlo. “Volamos ese placarcito y dejamos el lavarropas a la vista; logramos integrarlo con ayuda de los colores y materiales seleccionados como parte de una misma paleta”, cuenta Mel.
- Ale también decidió modificar la altura de la antigua isla (que en realidad era una mesada en el medio del espacio). “Era muy alta y desentonaba con la altura del resto de los objetos; ella quería que quede todo en el mismo plano”, nos cuenta Mel que enseguida detalla: “Las islas, en general, tienen una altura de 1 metro 10 cm, pero decidimos bajarla a 90 cm que es la altura de una mesada, pero más alta que una mesa, para poner unas banquetas que no fueran muy altas. También la diseñamos con curva para que sea mejor la circulación, eso fue un cambio”.
- A la caldera la escondieron adentro de un mueblecito hecho a medida y decidieron dejar las dos bachas de lavado porque eran funcionales.
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El color rosa es el gran protagonista de la cocina de Ale
La elección de terrazo para la isla es el toque especial de Ale. – Créditos: Gentileza Mel Ruiz
Mel recuerda con cariño, y ahora también con la certeza de haber logrado el objetivo, aquello que la influencer le dijo a su marido cuando pensaron en remodelar la cocina. “No me voy a ir de este mundo sin tener mi cocina rosa”.
En el proyecto inicial se incluían todos los muebles pintados de rosa; pero después coincidieron en que era demasiado. «Nos quedamos con una segunda versión: vimos que la isla rosa era suficiente, sino iba a quedar como la cocina de Barbie”, nos cuenta Ale.
En este sentido, se acuerda la sorpresa (poco feliz) que se llevó al ver cómo se veía la isla rosa en su cocina en proceso de transformación, cuando todavía no había ningún otro mueble listo. “La llamé a Mel y le dije que era demasiado rosa y que la quería volver a pintar. Por suerte ella me asesoró con esperar a ver cómo quedaba con todo el resto terminado”. En el proyecto de cocina final estaba previsto equilibrar el rosa con varios detalles en verde y madera para compensar. Y así sucedió.
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El rosa le brinda mucha calidez al ambiente. Y otro detalle también: “El piso vinílico de madera le suma calidez a la cocina, como también lo hacieron los detalles en madera que destinamos a los muebles de cocina”.
Además se sumaron detalles en dorado como los grifos y tiradores, con un cambio a última hora: “Las banquinas, que son como los escaloncitos donde se apoya el mueble del bajo mesada, que estaban pensadas para complementar el dorado de las griferías y tiradores, quedó afuera del proyecto porque resultaban demasiado caros”, agrega Mel.
Para la isla, Ale asumió otro riesgo que salió bien: “Ella quería usar terrazo (un material adorable, pero difícil de manejar) para la isla. A pesar de advertirle que era un poco delicado para el uso diario, Ale optó por arriesgarse y tomar extremo cuidado con las manchas y el cuidado diario que requiere este material, el cual no es muy resistentes a las manchas y a las rayas. Son las elecciones de cada quien y la diseñadora las respeta.