Un ciudadano italiano de 48 años fue detenido y acusado de homicidio en Modena (norte de Italia) tras presentarse en una comisaría con el cadáver de su exmujer, de 41 años, en el baúl de una camioneta.
El terrible episodio ocurrió el martes a la madrugada, cuando el individuo, Andrea Patrinieri, se presentó ante los carabineros (policía militarizada) y abrió el baúl del vehículo. Allí los agentes se encontraron con el cuerpo de su expareja, Anna Sviridenko, con una bolsa sobre la cabeza que escondía un cinturón y un cable eléctrico que le rodeaban el cuello. “Yo la maté”, dijo el femicida a los agentes, según el diario La Repubblica.
El presunto asesino fue detenido de inmediato y se encuentra en prisión preventiva a la espera de pasar a disposición judicial.
La víctima, italiana de origen ruso, había pedido la custodia de los dos hijos de la pareja ante un juzgado en Innsbruck (Austria) que se la concedió en mayo de 2023, además de otorgar al padre de los menores, el presunto asesino, el derecho de visita, según el escrito de la Fiscalía citado por las mismas fuentes.
El detenido impugnó la decisión del tribunal austríaco ante la justicia italiana y un tribunal de Módena consideró que no debía tomar medidas urgentes, pero asumió el caso para dilucidar sobre la jurisdicción del mismo.
Esto llevó al hombre a denunciar en febrero de este año a la víctima ante el mismo juzgado de Innsbruck para obtener la custodia exclusiva de los dos chicos, de 3 y 4 años.
Anna “tenía miedo”, dijo una des sus amigas a La Repubblica. La víctima, una médica, recorría todas las semanas los cientos de kilómetros entre Innsbruck, donde se mudó tras la separación, y Módena, donde hacía una residencia en Radiología. Sus vecinos de San Felice sul Panaro la recuerdan como “una mujer dedicada al trabajo, incansable y que lo dio todo por sus hijos”
“Nunca podremos definirnos como un país verdaderamente civil, libre y seguro si seguimos siendo testigos continuos de femicidios”, declaró Massimo Mezzetti , recién elegido alcalde de Módena.
Banderas a media asta en la universidad
El rector de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, Carlo Adolfo Porro, habla de una “comunidad devastada” y de un “dolor insoportable”. Además, dijo que la universidad será parte civil en el juicio, y ordenó ondear a media asta las banderas de los edificios universitarios. Sus colegas de Radiología denunciaron “un acto de violencia atroz y cobarde que destrozó una vida y a una familia entera”.
En el pueblo de San Felice sul Panaro donde vivía Anna Sviridenko, las banderas también están a media asta. “Es desgarrador pensar en una vida rota, en los dos nenes pequeños que se quedarán sin madre y en el vacío aterrador que sufrirán familiares y amigos”, dijo el alcalde Michele Goldoni.
“Hoy lloramos a Anna que vivió en nuestra comunidad, a quien algunos de nosotros conocimos y apreciamos, una joven brillante que no podrá ver crecer a sus hijos. Es difícil expresar la consternación, la ira y el dolor que todos sentimos: esto nos empujará a trabajar aún más para trabajar en la prevención y difundir una cultura del respeto”, agregó.
En tanto, la Casa de las Mujeres de Módena alertó que “en los últimos años, muchas mujeres han sido asesinadas precisamente en los momentos de intercambio de hijos con estos hombres violentos, a quienes los tribunales civiles con demasiada frecuencia confían a sus hijos sin considerar la seguridad de las mujeres y de los niños, bajo la falsa creencia de que incluso un padre peligroso y violento tiene derechos sobre los niños”.