El primer ministro de Ucrania advirtió este martes que el país podría enfrentarse a su invierno más duro desde que comenzó la invasión de Rusia a gran escala, a medida que se intensifican los ataques aéreos contra la asediada infraestructura energética del país.
Los ataques rusos siguen castigando la capacidad de generación de energía de Ucrania, que depende en gran medida de sus tres centrales nucleares en funcionamiento y de las importaciones de electricidad de los países de la Unión Europea.
“La resistencia energética es uno de nuestros mayores retos este año”, declaró el primer ministro Denys Shmyhal en una rueda de prensa en Kiev. “Hemos superado con éxito dos inviernos y medio. Superaremos tres, y la próxima temporada de calefacción será probablemente igual de difícil, si no la más dura”, declaró.
Según Shmyhal, el gobierno ucraniano, con la ayuda de los países europeos, está desarrollando urgentemente iniciativas para descentralizar la generación de energía y hacerla menos vulnerable a los ataques. Esto incluye la ampliación de la capacidad de energía renovable, una iniciativa aplaudida por los grupos ecologistas.
Greenpeace ha argumentado que una red descentralizada de energía solar -que sería más difícil de dañar con misiles rusos y ataques de aviones no tripulados- podría ayudar rápidamente a reparar la capacidad nacional, y está instando al gobierno a hacer una expansión más audaz en la energía verde.
El grupo activista reclama inversiones con respaldo internacional por valor de casi 4.500 millones de euros (4.900 millones de dólares) hasta 2030, centradas en proyectos renovables dominados por el sector solar fotovoltaico.
“(Nuestra) investigación dice que los objetivos actuales, que el gobierno ucraniano fijó para alcanzar la energía solar en 2027, podrían multiplicarse al menos por cinco. Se trata de una evaluación muy conservadora”, declaró a la agencia de noticias AP Natalia Gozak, responsable de Greenpeace en Ucrania, después de que el grupo abriera el martes una oficina en Kiev.
Según las Naciones Unidas y el Banco Mundial, Ucrania perdió más de la mitad de su capacidad de generación de energía en los primeros 14 meses de guerra, y la situación sigue deteriorándose. También se perdió gran parte de la generación de energía solar del país porque las zonas del sur del país con más abundancia de luz solar pasaron a estar bajo ocupación rusa.
El mix energético de Ucrania antes de la guerra estaba muy dominado por las fuentes de energía tradicionales: carbón, petróleo, gas natural y energía nuclear representaban casi el 95% del total, según los dos organismos.
Alexander Egit, director ejecutivo de Greenpeace para Europa Central y Oriental, instó a los países donantes occidentales a respaldar proyectos centrados en las energías renovables durante y después de la guerra.
“Esperamos que la Unión Europea y otros países inviertan miles de millones de euros en la reconstrucción de Ucrania”, afirmó. “El papel de Greenpeace es abogar por la energía renovable descentralizada para garantizar que Ucrania se reconstruya como una nación moderna, ecológica e independiente”.
Por Derek Gatopoulos y Dmytro Zhyhinas (AP)