El tratamiento con toxina botulínica, más conocido como botox, se convirtió en una solución eficaz para quienes sufren de hiperhidrosis o sudoración excesiva. Este problema, que afecta principalmente las axilas, manos, pies y rostro, puede ser incómodo y afectar la calidad de vida de quienes lo padecen.
“El uso de toxina botulínica para controlar la sudoración ha ganado popularidad debido a sus resultados rápidos y duraderos, además de ser una opción mínimamente invasiva”, considera Marlen Bustillos (MN 94065), especialista en Cirugía Plástica Estética y Reparadora con experiencia en quemados y heridas complejas.
A continuación, la experta detalla consejos, pautas y resultados esperados para quienes consideran este tratamiento.
¿Cómo funciona el toxina botulínica para la transpiración?
“La toxina botulínica se utiliza para tratar la hiperhidrosis al bloquear las señales nerviosas que estimulan las glándulas sudoríparas. Normalmente, cuando el cuerpo está expuesto al calor o al estrés, las glándulas reciben señales de los nervios para producir sudor. Al inyectar pequeñas cantidades de toxina botulínica en las áreas problemáticas, se interrumpe temporalmente esa comunicación, lo que reduce significativamente la cantidad de sudor producida”, resume Bustillos.
Zonas tratables con toxina botulínica
La toxina botulínica es especialmente eficaz en áreas como:
- Axilas: La zona más común para tratar la hiperhidrosis con toxina botulínica.
- Manos y pies: Aunque más sensibles, el tratamiento en estas zonas también es efectivo.
- Rostro y cuero cabelludo: Para quienes sufren de sudoración excesiva en la cara o el cuero cabelludo, el toxina botulínica puede ofrecer alivio.
En la consulta inicial, el médico determinará las zonas afectadas y discutirá las expectativas del paciente.
“El procedimiento es rápido, suele durar entre 20 y 45 minutos, dependiendo de la cantidad de áreas a tratar. Las inyecciones de toxina botulínica se realizan directamente en la piel, y los pacientes pueden experimentar ligeras molestias”, señala la médica. Algunos especialistas aplican una crema anestésica tópica para reducir cualquier dolor o incomodidad.
Consejos para el tratamiento
- Evitar el ejercicio previo: Es recomendable no hacer ejercicio vigoroso antes del turno para minimizar la sudoración.
- vitar la depilación: Si el área a tratar son las axilas, es recomendable evitar la depilación al menos dos días antes del procedimiento para prevenir irritación.
- Consultar a un especialista certificado: Asegurarse de que el procedimiento sea realizado por un profesional médico con experiencia en el uso de toxina botulínica para tratar la hiperhidrosis.
- Monitorear la respuesta al tratamiento: Algunas personas requieren retoques o ajustes después de la primera sesión para lograr el efecto deseado.
“Los resultados del toxina botulínica para la sudoración excesiva suelen ser rápidos, comenzando a notarse entre 2 y 7 días después del tratamiento”, remarca Bustillos y agrega que la reducción completa del sudor puede tardar hasta dos semanas en aparecer. “En términos generales, los pacientes experimentan una reducción significativa del sudor en las áreas tratadas, lo que mejora la calidad de vida, la autoestima y la comodidad en actividades diarias”, destaca.
El efecto del toxina botulínica no es permanente. Los resultados suelen durar entre 4 y 6 meses, y luego de este periodo, el sudor puede comenzar a reaparecer gradualmente. Sin embargo, muchos pacientes encuentran que, con tratamientos regulares, la cantidad de sudor disminuye con el tiempo.
La toxina botulínica para la sudoración está indicada para personas que sufren de hiperhidrosis primaria, es decir, una sudoración excesiva que no está relacionada con otra afección médica. Si ya se probaron otras soluciones sin éxito, como antitranspirantes de alta potencia o medicamentos orales, la toxina botulínica puede ser una excelente opción.