El sector automotriz sigue sufriendo una severa crisis por la caída de las ventas. A los despidos y los retiros voluntarios de los últimos meses, se suman ahora los rumores sobre la venta o el cierre de algunas plantas. Todo en medio de un llamativo silencio de los gremios del sector, SMATA y la UOM.
La última noticia sobre la crisis del sector automotriz es el freno por tres semanas de la producción de la línea de pick ups de Nissan y Renault en la planta cordobesa de Santa Isabel. El portal especializado A Rodar Post reveló que el trabajo se reanudará una semana en octubre y se volvería a suspender por otras nueve semanas, hasta enero.
La razón de la paralización de la producción de pick ups es la caída de las ventas. La Frontier de Nissan sufrió una baja del 46 por ciento en lo que va del año, mientras que la Renault Alaskan bajó un 41,9 por ciento.
La foto de la planta de Santa Isabel se ha repetido durante el año en otras plantas automotrices o de autopartes: las suspensiones de turnos, vacaciones anticipadas o freno a las líneas de producción han sido una constante.
Todo eso en un contexto de despidos hormigas o encubiertos detrás de los planes de retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas. Una fuentes del sector estima que hubo 1300 salidas solo en Toyota y Volkswagen.
Lo que no deja de sorprender en ese contexto es el silencio de los gremios Smata y la UOM, afectados directamente por la pérdida de los puestos de trabajo. Ninguno de los sindicatos se ha plantado ante las automotrices y no hubo medidas de fuerza. Recientemente, el diputado nacional y secretario adjunto de Smata, Mario «Paco» Manrique, reconoció en una entrevista los despidos, pero dijo tener la «conciencia tranquila» y argumentó: «son salidas coyunturales para evitar grandes consecuencias».
Fuentes empresarias consultadas por LPO hablan de una leve mejora en el último mes, pero todavía muy lejos de recuperar la caída que comenzó en agosto del año pasado. Una fuente agregó que hay un compromiso del gobierno nacional de reactivar al sector a través del crédito privado, pero que recién empieza a aparecer.
El último informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) midió una caída interanual del 13,3% en la producción automotriz, por encima del promedio del sector (10,2%).
En tanto, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) reveló que la producción en agosto tuvo una caída interanual del 18,6%, pero una mejora del 16,2% respecto a julio. En los primeros ocho meses la baja de la producción es del 23,4% respecto a 2023.
La caída de las ventas y la recesión son los factores principales de la crisis del sector automotriz, pero se le suma la apertura de importaciones y una cuestión estructural de la industria y de las grandes empresas que están empezando a alejarse del mercado argentino.
Un caso muy resonante sobre esto es el de Mercedes Benz que según se rumorea en la industria está buscando comprador para la planta de Virrey del Pino, donde produce la Sprinter. La compañía ya anunció que en esa planta se dejarán de producir buses y camiones a partir de 2026, cuando se mudarán a Zárate.
La versión es que Mercedes Benz estaría en negociaciones con otras empresas del sector, aunque la planta también tienta a empresarios chinos. El portal A Rodar Post también menciona a dos interesados locales que no son del rubro: Mirgor, de Nicolás Caputo, y Newsan, de Rubén Cherñajovsky, los grandes beneficiados del régimen de protección industrial de Tierra del Fuego.
La planta de Mercedes Benz en Virrey del Pino es una de las más importantes del país y es, justamente, en la que ingresó a trabajar Ricardo Pignanelli, el histórico secretario general de Smata. El sindicalista aceptó el año pasado una jubilación anticipada como parte del plan de retiros que dispuso la compañía.