El gobernador Ricardo Quintela anunció que está dispuesto a competir por la conducción del PJ contra Cristina Kirchner y apuntó contra los dirigentes de La Cámpora, a quienes les atribuyó la lógica de «armar las listas entre cuatro o cinco», «de espaldas» y «dar por sentada la aceptación del conjunto del pueblo».
Desde la sede del PJ en Neuquén, el gobernador riojano explicó ante dirigentes y militantes patagónincos que no tiene «ningún problema» con Cristina pero aclaró: «creo que en esta oportunidad se necesita otra mirada, otro mensaje, otro vocabulario, se necesita, me parece a mí, otra tonada inclusive, que pueda tener una actitud diferente a lo que ya conocemos».
La remake de Quintela sobre las «nuevas melodías» a las que se refirió Axel Kicillof el año pasado incluye una referencia al federalismo y el interior argentino. Los mandatarios provinciales, que hasta el momento no se pronunciaron a favor de la candidatura de Cristina para presidir el PJ, reprochan la implementación de una agenda política que atiende a las demandas del área metropolitana pero olvida las del resto del país.
En ese sentido, dijo que le «molesta» la forma en que se arman las listas. «Me molesta que me digan una lista que se arma, que nosotros no sabemos cómo se arma, pero se arma entre 4 o 5 compañeros y te entran a llamar», graficó.
El enojo no es solo por «la designación a dedo» de los candidatos, un tópico recurrente en el peronismo, sino también por los llamados telefónicos que los que definen la lista realizan después para pedir que otros respalden públicamente la decisión. El rumor de este viernes era que el senador Eduardo de Pedro encaró la tarea, entre otros, de llamar por teléfono a diversos dirigentes del peronismo para que apoyen el operativo clamor de La Cámpora.
Incluso, el legislador mercedino le habría pedido a un dirigente sindical que saliera a hacer pintadas con el nombre de Cristina y el gremialista se entusiasmó y lo tuiteó. Tal vez no le habían pedido tanto.
Por eso, Quintela planteó: «¿De dónde surge esto? No surge del debate, no surge de la discusión, no surge del esfuerzo militante, no surge del compromiso, no surge de visitar las provincias, no surge de receptar la voluntad de los compañeros y tener la capacidad de procesar las inquietudes de los compañeros y tener una síntesis».
«No me gustaría competir con Cristina, pero si hay que competir, tengo que competir, no es pelearme, tengo que competir», argumentó, y agregó: «A esta altura de la campaña, yo ya tengo mucha gente que puso la cara, puso el pecho y está sacrificándose enormemente».
La bronca de Quintela y su entorno se debe al repentino lanzamiento de una campaña por redes sociales, de parte del cristinismo, para que la ex Presidenta asuma la jefatura partidaria, a tan solo 15 días de que venza el plazo para presentar las listas. De hecho, no solo los riojanos están enojados sino también los que imaginaron en las últimas tres semanas que el sanjuanino Sergio Uñac tenía chances: «Cristina le dijo a Sergio hace 20 días que le metiera para adelante», dijo una fuente en el Congreso.
En defensa de Quintela salió la diputada massista Sabrina Selva, quien apeló a Twitter para criticar a los que pidieron la presidencia del PJ para Cristina por esa misma red social. El mensaje acreditaba moderada virulencia y lo terminó borrando.