Qué videojuegos son los más hackeados en Xbox, PlayStation y PC: Pokémon, Call of Duty y más

En el vertiginoso mundo de los videojuegos, donde la emoción y la competencia se entrelazan con la tecnología de vanguardia, existe una oscura realidad que a menudo pasa desapercibida: la utilización de estos juegos como herramientas para cometer ciberataques a jugadores en línea.

Según datos recopilados por la compañía Norton, algunos de los títulos más icónicos del panorama gamer de los últimos años estuvieron en el epicentro de actividades delictivas digitales, que van desde estafas en línea hasta ciberataques.

La lista proporcionada por Norton revela una serie de juegos de diferentes consolas como Xbox o PlayStation, y también en PC que, aunque son disfrutados por millones de jugadores en todo el mundo, también han sido utilizados por estafadores con propósitos maliciosos.

La franquicia de juegos de Pokémon es uno de los más activos en ciberataques. (Foto: Pokémon Go)

Títulos como Pókemon, Call of Duty, Minecraft, Dota 2, y Grand Theft Auto figuran en esta lista, lo que subraya cómo incluso los juegos más aparentemente inocentes pueden ser aprovechados por personas con intenciones fraudulentas.

Sin embargo, hay dos nombres en particular que destacan en esta lista: Pokémon y Call of Duty. La franquicia de Pokémon ha sido un fenómeno cultural desde su debut en la década de 1990, cautivando a audiencias de todas las edades con su mundo de fantasía y sus criaturas entrañables.

Pero detrás de diversión y nostalgia, Pokémon ha sido objeto de manipulación por parte de estafadores que aprovechan su popularidad para llevar a cabo sus actos delictivos en línea.

Los ciberdelincuentes usan ofertas atractivas para atraer la atención de sus víctimas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por un lado, los estafadores han utilizado la amplia base de jugadores de Pokémon para lanzar ataques de phishing, engañando a los jugadores desprevenidos con ofertas falsas de objetos raros o Pokémon legendarios.

Estos ataques pueden resultar en el robo de información personal o financiera de los jugadores, comprometiendo su seguridad en línea. Además, los juegos de Pokémon a menudo involucran interacciones en línea entre jugadores, lo que proporciona un terreno fértil para actividades fraudulentas.

Por otro lado, la franquicia de Call of Duty, conocida por sus intensas batallas en línea y su comunidad dedicada, también ha sido objeto de explotación por parte de estafadores.

En Xbox, Call of Duty es de los preferidos por los gamers. (Foto: REUTERS)

Los ciberdelincuentes han utilizado diversos métodos para engañar a los jugadores de Call of Duty, desde la venta de cuentas falsas hasta la distribución de hacks y trucos ilegales.

Estas prácticas no solo pueden arruinar la experiencia de juego para los jugadores legítimos, sino que también pueden poner en peligro la seguridad de sus dispositivos y datos personales.

• Pokémon (franquicia)
• Call of Duty (franquicia)
• Minecraft
• Dota 2
• DayZ
• Grand Theft Auto
• PUBG
• Counter Strike (Saga)
• Fortnite
• World of TankS.

Implementar estrategias de prevención ante estos actos delictivos puede reducir el riesgo de estafas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Según el Centro de Seguridad Nacional Cibernética del Reino Unido (NCSC, por sus siglas en inglés), mantener el software actualizado es esencial para protegerse contra vulnerabilidades conocidas, sobre todo en un momento con mayor susceptibilidad de delitos en línea.

Esto incluye no solo el juego en sí, sino también cualquier software relacionado, como plataformas de juego y herramientas de seguridad. Las actualizaciones a menudo contienen parches de seguridad que corrigen fallos conocidos y mejoran la protección contra amenazas.

Del mismo modo, el equipo de investigación de ciberseguridad de Norton LifeLock enfatiza la importancia de utilizar contraseñas seguras y activar la autenticación de dos factores siempre que sea posible.

Crear contraseñas únicas y complejas ayuda a evitar el acceso no autorizado a las cuentas de juego. La 2FA proporciona una capa adicional de seguridad al requerir un segundo método de verificación, como un código enviado a un dispositivo móvil, junto con la contraseña.