La fotógrafa Sara Facio murió este martes a los 92 años. A lo largo de su notable carrera, la artista captó como nadie a figuras de la política y la cultura latinoamericana como Eva Perón, Antonio Berni, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Astor Piazzolla, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y María Elena Walsh, con quien conformó una pareja de intelectuales brillantes.
Facio fue la persona que cambió el lugar habitual de la fotografía y la elevó a la categoría de arte consagrado. Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y poco después recibió una beca del gobierno de Francia. Se quedó un año en París estudiando y visitando museos de toda Europa. Sacaba fotografías más que nada como un pasatiempo, pero ya en Buenos Aires se dedicó en forma profesional: hacía retratos, reportajes gráficos, colaboraciones con diarios y revistas y hasta fotos para estampillas de uso común.
La notable fotógrafa Annemarie Heinrich se interesó en ella, por su talento y su entusiasmo, y se convirtió en su maestra. Comenzó a ganar premios en los fotoclubes, que estaban de moda en esa época, y su trabajo ya aparecía en diarios como La Nación y La Prensa. Poco tiempo después había logrado, con otras colegas, que los diarios incluyeran secciones especiales dedicadas a la fotografía.
Sara Facio ya era un nombre significativo cuando fundó y dirigió la Fotogalería del Teatro San Martín de Buenos Aires y con eso determinó en forma definitiva el lugar de la fotografía dentro de la cultura. Poco después estuvo al frente de la primera exposición fotográfica que se hizo en el Museo Nacional de Bellas Artes, durante la gestión de Jorge Glusberg. Así se creó la Colección Fotográfica del Museo Nacional de Bellas Artes, Patrimonio Nacional.
Tuvo su propia editorial fotográfica, “La Azotea”, toda una novedad en su momento en América Latina. Y junto con otros colegas como Alicia D’Amico, Eduardo Comesaña, María Cristina Olive y la misma Annemarie Heinrich fundó el Consejo Argentino de Fotografía.
Al ser nombrada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, y tras haber obtenido un enorme reconocimiento en diferentes lugares del mundo, Sara Facio se embarcó en la creación de la Fundación María Elena Walsh, ubicada en Paraguay al 1400, al lado de su propio estudio.
En la Fundación se encuentran las ricas bibliotecas y otros tesoros de la extraordinaria compositora, poeta y música argentina, cuya obra es uno de los más grandes orgullos nacionales. Ella misma es un tesoro nacional.