Finalmente trascendió qué hablaron Mauricio Macri y Sandra Pettovello en esos encuentros secretos que tuvieron. Milei se molestó con su ministra favorita al enterarse que buscó reunirse con el ex presidente para pedirle ayuda en las causas judiciales que la atormentan.
Furioso porque apeló a Macri, con quien el gobierno viene librando una tortuosa negociación desde el rechazo a los fondos reservados y ahora la amenaza al veto a las universidades, Milei mandó a Pettovello ordenarse con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y el secretario y número dos de la cartera, Sebastián Amerio.
La instrucción del Presidente es para la ministra un incordio. Porque Cúneo Libarona no está firme en su cargo y Amerio responde a Santiago Caputo, con quien mantiene una tensión permanente.
De hecho, LPO reveló que el asesor presidencial especula con que el conflicto universitario escale para que Pettovello se desgaste total y definitivamente. Sin embargo, ya no es un secreto que la funcionaria es quien «armoniza» al Presidente, en sus momentos de mayor fragilidad emocional, y hasta trascendió que su cercanía le otorga el extraño privilegio de alojarse en la residencia presidencial de Olivos de tanto en tanto.
Las crudas internas del gabinete, además, colocaron a Pettovello sistemáticamente en situaciones críticas. LPO publicó una serie de notas sobre las repetidas ocasiones en que la ministra rompió en llanto o aturdió con gritos a sus colaboradores.
Pero más allá del vínculo que la une a Milei, la ministra habría cultivado con Macri un lazo inquietante para la Casa Rosada. LPO informó en agosto que la sintonía fina entre la mujer mileísta y el jefe del PRO es sostenida por el nexo entre ambos: se trata de un operador dentro del ministerio que asesora a Pettovello pero también estuvo en Boca. Su nombre es Alberto Salvo.