Ícono de moda y estilo, Meghan Markle volvió a acaparar todas las miradas en la red carpet de la gala solidaria para el Hospital de niños de Los Ángeles. La duquesa de Sussex llegó sola al evento y se lució en la alfombra roja con un vestido largo de alto impacto en rojo fuego firmado por Carolina Herrera, una de las marcas de moda más elegidas por las famosas de alrededor del mundo.
Pero lo que más llamó la atención es que el mismo vestido ya lo había usado en el 2021 cuando aún vivía con el príncipe Harry en Londres.
El modelo versión 2024 fue modificado: si bien conserva los breteles finos, el corpiño estilo “cono” y la línea tubo con un enorme tajo en el frente, ya no lleva la sobrefalda que tenía cuando lo usó hace tres años junto a su marido.
Completó el vestuario con un par de sandalias al tono con una pequeña tira como capellada, sin pulsera alrededor del tobillo y taco aguja. En el 2021 había llevado estilos, también rojos.
El beauty look acompañó el look de la royal con mucho éxito en la gala para el hospital. Fiel a su estilo sencillo y relajado, llevó un make up con foco en la mirada, a base de un pequeño delineado superior estilo cat eye que acompañó con máscara de pestañas y sombras en tonos rosados para la zona de los párpados.
Además, sumó también al maquillaje algo de rubor rosado en las mejillas, iluminadores para dar un “efecto glowy” a algunas partes de la cara y un lipgloss transparente.
En cuanto al hairstyle, optó por llevar el pelo suelto, con raya al medio y algunas ondas naturales. De esta manera, la exactriz desplegó glamour en la noche y demostró que el colorado es el nuevo color en tendencia.
La versión 2021 del pelo con el mismo vestido es con pelo recogido y tirante.
Meghan Markle y el príncipe Harry con sastrería en composé
Meses atrás, Meghan Markle y el príncipe Harry llegaron a Colombia para recorrer el país. La actriz, que ya tiene a sus seguidores acostumbrados a los más sofisticados y elegantes estilismos, se sumó a la tendencia del chaleco sastrero con un modelo azul marino de escote halter y botones metálicos protagonistas a juego con un pantalón de corte cigarrillo, todo firmado por la casa de moda Veronica Beard.
Los complementos también fueron fundamentales en su apuesta de verano: un bolso de cuero blanco de la firma de lujo italiana especializada en cachemira Loro Piana y un par de stilettos negros clásicos de Monolo Blahnik, una de las marcas de calzado más prestigiosas del mundo. El pelo recogido con raya al medio y maquillaje sutil en tonos neutros fueron los detalles finales.
A su lado, el príncipe Harry no se quedó atrás. Clásico como de costumbre, apostó a un equipo de sastrería gris oscuro de saco básico y pantalón de corte recto. Para descontracturar el conjunto, llevó una camisa celeste -engamado con el vestuario de su esposa- con los primeros botones desabrochados y sin corbata. Un par de zapatos de vestir confeccionados en cuero negro coronaron la apuesta.