Los intendentes creen que la sanción de Boleta Única de Papel (BUP), plantea un cambio drástico en las relaciones de poder del peronismo bonaerense. «Nos libera de Cristina y La Cámpora, el poder vuelve a las secciones electorales como en la época de Duhalde», afirmó a LPO un intendente del interior de la provincia.
Esto ocurre porque las candidaturas nacionales, como una eventual postulación a diputada nacional de Cristina Kirchner, irán en una boleta única desenganchada de las boletas locales. Como el gobernador Axel Kicillof decidió no adherir al nuevo sistema las categorías provinciales como municipales, seguirán las clásicas boletas partidarias.
«Ya no van a poder presionarnos con que sino les metemos a los candidatos de La Cámpora no nos dan la boleta de Cristina», agregó otro intendente en diálogo con LPO.
Esto tiene un doble efecto: a nivel municipal en las candidaturas a intendente y concejales y a nivel provincial en las candidaturas a diputados y senadores que integran la Legislatura y se eligen por las ocho secciones electorales en las que se divide la provincia. «Ahora se pueden juntar tres, cuatro, cinco intendentes de una sección y con su arrastre armar una boleta de legisladores, recuperamos la lapicera», explicó a LPO un intendente.
En efecto, con la boleta sábana los intendentes casi no lograban meter candidatos a diputados y senadores provinciales. Esas listas las definía, en el caso del peronismo, Cristina con Máximo en una negociación que a veces incluía a Sergio Massa.
Ahora, con la BUP a nivel nacional separada del resto, los intendentes creen que se revaloriza su peso en los distritos. «Ya nadie va a poder venir con la amenaza de no darnos la boleta y al que no le gusten nuestros candidatos que nos arme una PASO», desafía otro intendente. Este jefe comunal cree que Cristina fue la primera que entendió la profundidad del cambio y por eso apuró un a visita a La Matanza: «Vino a marcar el territorio», agregó.
Históricamente, el peso de las listas sábana estaban en las puntas, nacional, de un lado, y local, del otro. «Ahora, la boleta local tiene peso propio», dijo un intendente radical consultado que sumó: «Con esto se terminan los forasteros en las listas seccionales», agregó.
La referencia alude a aquellas candidaturas a la Legislatura bonaerense de dirigentes que no son oriundos de la sección por la que se postulan. Por lo general, se trata de referentes del Conurbano que no lograron un lugar expectante de ingreso en sus secciones de base.
Ese era un factor de enojo en los intendentes del interior que tenían que ceder posiciones y la posibilidad de ubicar candidatos para la Legislatura provincial, frente a los postulantes que les imponían desde los acuerdos de superestrucura. Esto se puede observar hoy en la Legislatura bonaerense donde La Cámpora y Massa tienen los bloques más numerosos.
Con este nuevo escenario, en los municipios del peronismo creen que las secciones electorales van a volver a tener el peso político que no tienen desde los tiempos de Duhalde en la Gobernación, donde existían grupos de intendentes por sección con injerencia en los nombres a anotar para las cámaras legislativas provinciales.
Además de eso, aseguran que, al tener la boleta local peso propio, no solo ganan autonomía respecto del armado nacional, sino que, también, los pone en una mejor posición respecto de sus competidores locales, que no tendrán el beneficio que supone el arrastre de un candidato taquillero nacional. En los municipios la imagen del intendente suele ser muy potente.
Un caso paradigmático en este sentido es lo que sucedió con numerosos concejales y legisladores bonaerenses que obtuvieron bancas a partir de ir en la lista de La Libertad Avanza que encabezó Javier Milei, beneficiados por el arrastre del oibertario, pese a que a nivel local eran completos desconocidos.
Por eso, fue llamativo el aval de la Casa Rosada a la Boleta Unica. «Milei fue advertido que la boleta única desenganchaba su arrastre de las municipales y seccionales, pero decidió sacrificar las posibilidades de un armado territorial fuerte para quedarse con la bandera contra la casta. Se regaló porque no entiende mucho de política», afirmó a LPO un dirigente libertario..