Desde consejos para lavar los platos y trucos para aprovechar al máximo los rollos de cocina, hasta un paso a paso para armar un cisne con una toalla, igualito al de los hoteles. Además de por sus secretos de la organización y limpieza, la cuenta @soyamodecasa ganó visibilidad en las redes por la presencia de un varón al frente de las tareas hogareñas.
“Me motivaba ocupar un lugar que estaba vacante que era el del hombre al frente de las tareas domésticas, no porque yo sea el único sino porque nadie lo estaba contado”, dice en diálogo con TN Tecno el santafesino de 39 años, que arrancó con esta aventura a mediados de 2018. “La mujer hace rato que ocupa un lugar en el mercado laboral, pero esa inserción no fue acompañada por la incorporación del hombre a las tareas del hogar. Es como que la sociedad les permite desarrollarse en otras áreas, pero siempre y cuando vuelvan a casa y sigan haciendo lo que hacían antes”, observa desde su casa en Capital Federal, en la que convive con su pareja hace ocho años.
El influencer que reúne más de 1 millón de seguidores en su perfil de Instagram —su cuenta más popular, seguida de la tiktokera— nos cuenta que a pesar de poner la cara en las publicaciones, prefiere mantener un grado de anonimato. Por eso, reserva su nombre real, aunque no sus intenciones.
“Desde el discurso, todos (o casi todos) estamos de acuerdo en que ese trabajo no tienen género, pero a la hora de los bifes en Argentina el 73% de los hogares tiene a la mujer como principal responsable. En las casas en que se comparten las tareas no es de forma equitativa. Los varones ‘ayudan’, y eso da a entender que la responsabilidad sigue siendo femenina”, señala el influencer, que además es licenciado en Diseño de la Comunicación Visual y que trabajó en el negocio publicitario.
“Los tips llegan a las casas y a la vida de las personas”
El muchacho al que vemos en posteos con guantes de goma y escoba en mano, cuenta que además del ánimo de mostrar la participación masculina en los quehaceres bajo techo, su intención es reivindicar a esas labores, que en ocasiones tienen “mala prensa”. Según dice, se tiende a “asociar a las personas organizadas y limpias con trastornos u obsesiones” y, en vista de ello, pretende mostrar que esas tareas son “un medio para ganar calidad de vida, vivir mejor y más felices”.
– ¿Desde cuándo sos una persona “ordenada”?
– Siempre fui muy organizado, algo que para mí facilita y simplifica la vida. En el colegio, prestaba atención en clases para no tener que estudiar en casa. En la facultad, trataba de promocionar las materias para no rendir finales en el verano. En casa, la organización me facilita las cosas, así puedo dedicar el mayor tiempo posible a hacer lo que realmente disfruto. Me gusta decir que ser organizado es más fácil que no serlo.
Mi mamá es mi fan número uno. Ella lee, mira y escucha todas mis notas. A mis dos padres los quiero mucho, porque realmente han sido excelentes, presentes y compañeros. Ellos me han dado libertad e inculcado todos los hábitos que milagrosamente también se han convertido en mi trabajo.
Desde los 18 que no vivo con ellos. Viví con amigos y hasta con desconocidos en otros países. Ahí comencé a darme cuenta que estas cuestiones vinculadas a la organización, que yo traía de mi casa, para los demás no eran tan obvias o naturales. Siempre me preguntaban cómo hacía para tener limpio y ordenado, cuando tenían algún problema con la limpieza me consultaban cómo resolverlo. O veía que alguien llegaba tarde a la oficina por no encontrar la billetera y yo le decía “déjala siempre en el mismo lugar y listo”. Ahí empecé a ver la veta y el valor de eso que yo sabía hacer, y luego con la aparición de las redes encontré el espacio para poder mostrarlo y compartirlo.
– ¿Recordás ese momento preciso en el que surgió la idea de crear la cuenta, esa chispa que encendió la llama de esta iniciativa?
– En mi trabajo, me había empezado a pasar que sentía que no tenía un propósito. Lo hacía bien, pero eso no impactaba en nadie. Tenía ganas de hacer algo con lo que pueda ayudar a otras personas. Pero pasaron varios años hasta que me animé a concretarlo. El 4 de mayo de 2018 creé la cuenta de Instagram @soyamodecasa; hacía tiempo que tenía la idea en la cabeza, pero no me animaba a concretar un poco por miedo a exponerme, o a no querer contar demasiado de mi vida personal.
Un viernes salí de la oficina (trabajaba en una agencia de publicidad como diseñador) y compré dos palos de agua en un puesto de flores para poner en unas macetas. Esa compra fue el disparador que me motivó a dejar de postergar lo que tenía ganas de hacer. Abrí la cuenta para dar los tips de cómo plantar y cuidar esas nuevas plantas. Por cierto, todavía me acompañan: los tips eran buenos (risas). Así fue que, a pesar de haberlo pensado por mucho tiempo, medio de casualidad, me animé y subí mi primera foto que decía “bienvenidos/as, tu casa no va a ser la misma”. Lo que no sabía es que la vida me iba a terminar cambiando a mí.
– En ese momento, ¿cuál fue la reacción de los seguidores y de los “no seguidores”?
– Desde ese día la cuenta no ha parado de crecer. Lo más lindo es que se formó una comunidad, en la que todos nos ayudamos y motivamos. La cuenta no muere en una foto o en un like: los tips y las ideas terminan en las casas, pasan a formar parte de la vida de las personas. Esto es algo que no me deja de sorprender. Yo tengo un vínculo muy cercano con los “seguidores” (palabra que no me gusta, pero lo digo así para que se entienda), y a partir de las consultas o inquietudes también aprendí muchas cosas nuevas. De repente, ya no solo tenía que contar “mi vida como amo de casa”, sino también ayudar a los demás con las suyas. Me he encontrado buscándole la vuelta o la solución a la limpieza de pisos o materiales que yo jamás tuve y quizás nunca tenga.
¿Y qué pasó con el correr de los años? Tu cuenta ya lleva más de cinco años online…
Hasta ahora, y desde el primer día, siempre recibí buena onda. Creo que también tuve la suerte de animarme a “levantar la cabeza” y pronunciarme como “amo de casa” en un año clave que fue el 2018, donde las mujeres dijeron basta y no solo están rompiendo con estos mandatos por ellas, lo están haciendo por todos/as. Hoy yo puedo decir que soy amo de casa, y contar cómo saco el sarro de la bañera gracias a las mujeres.
Los varones somos más cómodos en ese sentido, nos cuesta más salir del molde. No nos juntamos entre nosotros a debatir el porqué de cargar con todo el peso económico de una familia, por qué teníamos que ser los que castigábamos, los que no dicen “te quiero” a sus hijos, los que no lloran. Las mujeres nos están dando la posibilidad de ocupar esos lugares que se creían femeninos. Nos habían educado para que una esposa nos espere con la cena hecha, que mamá siempre nos iba a lavar las medias o que “una chica” iba a venir una vez por semana a lavarnos los platos. De repente, no solo las mujeres rompieron con mandatos, lo que entendíamos como familia también cambió.
Ya no nos vamos de casa de mamá solo si nos casamos. Las familias cambiaron. Hay gente que vive sola, con amigos, familias ensambladas, de dos varones, dos mujeres, con o sin hijos, con o sin mascotas, hay miles de combinaciones. Y en todas esas casas tiene que haber amos/as de casa. Porque en definitiva todos los somos. Ser amo/a de casa no es limpiar y ordenar compulsivamente: es apropiarse del lugar en el que vivimos (sea como sea) para convertirlo en nuestro lugar en el mundo. Y eso es responsabilidad de todos/as. Grandes y chicos, varones y mujeres.
¿Qué red social preferís para tu contenido?
– Instagram es mi red favorita porque es en la que puedo crear comunidad. No me interesa hacer un monólogo, o tirar un contenido y dejarlo que funcione solo. La bidireccionalidad de las redes, la interacción, es fundamental e Instagram es donde más se da eso. La comunidad va siguiendo tu contenido, conociendo tu forma de pensar. No son posteos aislados, sino que es más como un cuentito en el que todos/as participamos, compartimos, aprendemos y nos ayudamos.
Por su parte, TikTok tiene de bueno que es más fácil viralizar un contenido. Aunque ahora con los Reels esto también es posible en Instagram. En 2018 era imposible, solo crecías gracias al boca en boca. Pero el público es más random, ven tu video entre un mar de contenido, en Instagram de algún modo elijen verte porque les sirve, les gusta o les interesa. Así que Instagram es donde más pongo el cuerpo, la cabeza y el corazón, aunque no dejo de lado TikTok que también es una red importante y a la que se llega a otro público que también está bueno.
– ¿Hay algo que te haya sorprendido particularmente desde que creaste el perfil en el 2018? Una repercusión que no esperabas, por ejemplo.
– Sabía que me iba a ir bien porque confiaba en el contenido que podía crear y que era un nicho vacante. Hoy, hay mucho de limpieza en redes, aunque sigue sin haber varones haciéndolo; pero cuando empecé Instagram era un lugar de fotos bellas y nada más. Lo que no sabía es todo lo que se iba a generar en torno a la cuenta. Para mí que me vaya bien era tener un par de seguidores y pegar algún “canjecito”.
Poco a poco Amo de Casa dejó de ser solo una cuenta de Instagram. Comenzaron a llegar las invitaciones a la tele y radio. Me entrevistaron desde Moria Casan hasta Lanata. Es una locura, porque es toda la gente que como buen niño de los 90′s miraba por la tele. A los pocos meses, apareció Netflix para grabar la promoción de la serie de Marie Kondo la organizadora número uno del mundo, luego llegaron propuestas para hacer workshops presenciales, que después se convirtieron en una academia online, ante la insistencia de la gente por saber dónde comprar los productos que yo usaba creamos una tienda online con más de 200 productos. ¡Jamás en mi vida pensé que vendería bidones de vinagre! Muchísimas alianzas con las principales marcas del país, di charlas en empresas y eventos. Hasta edité un libro y terminé trabajando como columnista en televisión.
– Respecto a tu libro, ¿allí hablas al mismo público de las redes? Es interesante esta faceta analógica en un proyecto digital…
– Es una de esas cosas impensadas. La propuesta llegó muy rápido en el verano de 2019. Nunca había soñado con un libro. De hecho, lo primero que pensé fue “¿qué voy a escribir yo?”. Lo que me gustó es, de alguna manera, la posibilidad de “eternizar” lo efímero de las redes sociales. Que son maravillosas, que nos acercan y nos permiten llegar a lugares impensados; pero que también pasan de moda. ¡Quizás algún día Mark decide cerrar Instagram y todo esto se pierda! (NdR: por Mark Zuckerberg, CEO de Meta). Pero este libro va a quedar para siempre.
Es un libro de tareas domésticas escrito por un varón (con un editor varón) que está dirigido a varones, mujeres y todo tipo de familias. Parece una pavada, ¡pero hace 10 años era impensado! Quiero que en algunos años encuentren nuestros nietos/as y se maten de risa al ver que en el 2020 (año en que salió publicado, en plena pandemia) todavía nos estábamos cuestionando que lavar los platos no tiene género.
Retomando tu actividad en las redes, si tuvieras que elegir tu video favorito, ¿cuál sería?
Mi favorito es “Emergencia Amo de Casa”. Un día fui a visitar a un amigo y me dice: “¿Me podés ayudar con esto y lo grabas para tu cuenta?”. “Esto” era su cocina en un estado calamitoso (risas), pero la dejamos impecable y no solo se convirtió en mi video favorito, también es el más viral que he subido.
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Antes de cortar la conversación, el amo de casa de las redes nos cuenta algunos planes que baraja. “La idea es abrir una convocatoria en mi comunidad para que envíen sus propias ‘emergencias’. Voy a elegir algunas y en el transcurso del año los ayudaré en sus casas a resolver esos problemas”. Además, sueña con hacer su propia serie. “Es el deseo que pido en todos mis cumpleaños”, cierra entre risas.