A 20 días de la convocatoria a sesiones extraordinarias de Alberto Fernández, los recintos siguen cerrados, no hubo una sola reunión de comisión y no está previsto que la haya esta semana.
Los jefes de la oposición en Diputados, donde descansan la mayor parte de los 18 proyectos incluidos en el temario, fueron advertidos por Sergio Massa de una posible sesión en la última semana del mes con los temas más livianos de la lista. Pero tampoco está confirmada.
En el Senado, como anticipó LPO, no habrá sesiones mientras no haya ningún caso de Covid 19 en el oficialismo, porque sólo así puede garantizar una mayoría con sus aliados.
Y los dos proyectos que hay en esa Cámara no tienen acuerdo entre oficialismo y oposición: la reforma del Consejo de la Magistratura y el consenso fiscal entre la Nación y las provincias.
La única reunión en el Senado antes del 1 de marzo será la preparatoria, como se conoce a la elección formal de autoridades por dos años, que se vota a mano alzada y sin debates. La única novedad, anunciada en diciembre, es que la santafesina Carolina Losada reemplazará a Martín Lousteau como vice del Senado.
En Diputados se esperaba más, porque hay proyectos incluidos por Alberto que llegaron a dictaminarse por unanimidad el año pasado, como la ley que crea la carrera universitaria de enfermería, el nuevo marco de respuesta integral al VIH o la promoción de cannabis medicinal a escala industrial, ya aprobada en el Senado y lista para ser ley.
Estos temas bien podrían haberse tratado antes del 31 de diciembre, porque el presidente prorrogó el período ordinario hasta ese día, pero los líderes del oficialismo los desecharon para abocarse con exclusividad al presupuesto 2022, que no fue aprobado.
Matías Kulfas envía proyectos desde agosto para promover el ingreso de divisas, pero nunca fueron tratados. Son la promoción automotriz, el compre argentino y la ley de eletromovidad. La ley de cannabis medicinal tenía dictamen, pero se cayó.
Serían incluidos en la sesión de fines de febrero, junto a otros temas que no tienen disenso, como la creación de parques y reservas nacionales, según lo avanzado entre los referentes de todos los bloques.
También podría incluirse la creación de Universidades del Delta y Pilar; y otro que tuvo un dictamen unánime fue el de incentivos a la construcción, firmado por Massa y el jefe del PRO Cristian Ritondo.
No debería tener problemas en avanzar, aunque las internas oficialistas y el difícil diálogo entre todas las fuerzas políticas traban hasta lo más simple y amenazan con un Congreso paralizado hasta diciembre de 2023.
El panorama en Diputados es desconcertante: el Frente de Todos no llega al quórum con sus aliados fijos, la oposición condiciona cada temario y en la Rosada no hay funcionarios que tomen cartas en el asunto.
Además, cada sesión tiene hasta seis horas de discursos opositores sobre temas de actualidad, un tema que irrita a los oficialismos de turno y está lejos de resolverse. Massa había propuesto dejarlas para el final, pero sólo una vez lo logró.

Los punteos de temas para una sesión llegaron con diálogos informales entre referentes de los bloques, que se repetirían esta semana, martes o miércoles.
Al oficialismo lo representan Cecilia Moreau y Paula Penacca, vice y secretaria parlamentaria del bloque mientras lo conducía Máximo Kirchner. La primera renunció, pero aún no fue reemplazada y camporista sigue. Por la oposición dialogan entre otros Silvia Lospennato (PRO) y Ricardo Buryaile (UCR).
En la próxima reunión deberían definir la integración de las comisiones que sean necesarias para tratar las leyes de la única sesión del mes, que ni siquiera está garantizada. El frente de todos tiene el bloque más grande y quiere mayoría en todas, pero Juntos reclama algunas presidencias.
Con las internas de cada fuerza, no es fácil distribuir los cupos asignados. En Juntos aplican el sistema D’hont y no hay lugares para los bloques chicos, como el de Margarita Stolbizer y Emilio Monzó. En el oficialismo, Máximo ubicará a los suyos en las principales y podría retacear algún dictamen si no lo consultan. Ya lo dejó claro.
Los contactos entre el Ejecutivo y el Congreso no son fluidos. Manzur heredó al “Chino” Navarro, quien habla con Germán Martínez, el nuevo jefe de bloque, pero no se dedica a juntar votos. Massa mantiene diálogo directo con Alberto.
Los proyectos que quedarían descartados no son cuestionados a viva voz por la oposición, pero requieren un debate minucioso que los legisladores oficialistas no están dispuestos a habilitar mientras el Ejecutivo no ayude.
“Alberto envía proyectos, temarios, pero sus ministros no colaboran en buscar consensos. Y no tenemos una mayoría propia”, se quejó ante LPO un encumbrado kirchnerista que en diciembre supo de un enojo similar del entonces jefe de bloque con el gabinete por la falta de colaboración.
La ley de promoción de la agroindustria, enviada por Julián Domínguez en noviembre, fue respaldada por Massa ante el consejo agroindustrial, pero no prometió su pronta sanción, pese a que fue incluida en extraordinarias por Alberto. Prefiere un debate tranquilo desde marzo.
Los canales de diálogo entre el Ejecutivo y el Congreso no son fluidos. La semana pasada, trascendió que Alberto había convocado a Massa para volver a ponerse al día de las negociaciones parlamentarias, pero no se supo si llegaron a algún acuerdo.

Juan Manzur no retomó las reuniones que Santiago Cafiero tenía con Massa y Máximo en los primeros meses de gestión, que tampoco tenían siempre buenos resultados. Heredó a Fernando “Chino” Navarro como enlace parlamentario, pero su virulencia para con Máximo cuando renunció a la jefatura de bloque no le facilitarán un ida y vuelta tranquilo.
Entre los temas cajoneados está la agenda del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, uno de los más enemistados con la vicepresidenta y sus laderos. En agosto envió la ley de promoción automotriz, que apunta a producir autopartes para evitar el déficit comercial del sector. Nunca se trató en comisión.
En extraordinarias sumó la ley de compre argentino, para favorecer a empresas locales en las licitaciones; y la de electromovilidad, que promueve el recambio de autos a combustión por eléctricos o híbridos. Causó quejas de las petroleras, molestas porque la ley de promoción a su sector está congelado en el Senado.
Kulfas sostiene que estas leyes le permitirán al Gobierno tener una previsibilidad de ingreso de divisas como garantía de pago a los acreedores externos, pero no parece muy escuchado en el Congreso.
En su primera semana a cargo de la bancada, el nuevo jefe del Frente de Todos Germán Martínez se abocó en conversar con sus 118 dirigidos y tener un mapeó más claro de la votación del acuerdo con el FMI que Alberto enviará en marzo.
Si bien la oposición garantizó la sanción, el santafesino se puso como meta lograr la mayor cantidad de votos positivos oficialistas. El kirchnerismo le anticipó que una treintena no acompañarán a través de Itai Hagman. Martínez quiere que sean menos.