El gobernador Gildo Insfrán se convirtió en la pieza clave para la normalización del PJ, después que Cristina Kirchner mandara a La Cámpora a lanzar el operativo clamor para darle la conducción partidaria.
Al cierre de esta nota, el mandatario formoseño, que a su vez preside el Congreso del PJ, tenía agendadas dos reuniones para este lunes: una con la ex Presidenta y otra con la CGT. Fuentes sindicales dijeron a LPO que la central obrera le pediría a Insfrán que no apoye ni a Cristina ni a su par riojano, Ricardo Quintela.
En Formosa, apuntaron que Insfrán cumpliría con la formalidad de convocar a elecciones internas si Quintela y Cristina no llegaran a un acuerdo o comunicaría la existencia de una lista de unidad, si se produjera. «Le toca un rol institucional», se limitaron a decir desde el norte argentino.
Lo curioso es que, a tres días de la campaña tuitera de La Cámpora, ningún gobernador manifestó su apoyo a la ex Presidenta, pero tampoco al riojano. «Saben que si salen a bancar a Quintela, van a quedar colgados del pincel y eligen alambrar el territorio propio», dijeron a LPO desde el peronismo.
Un ministro bonaerense habló con un ex ministro de Cristina en las últimas horas y comentó que no hay línea de comunicación abierta por este tema entre Axel Kicillof y La Cámpora. Desde La Plata, de hecho, dijeron a LPO que se enteraron del pedido para postular a la ex Presidenta por Twitter. «No es un reproche, es un dato de la realidad», aclararon.
Desde el jueves pasado hasta este domingo, respaldaron la movida de Wado de Pedro los jefes de 12 municipios, entre los que se contaban Mayra Mendoza, Julián Álvarez, Damián Selci, Juan Ustarroz y Federico Otermín, pero guardaron estratégico silencio Mario Ishii, Leo Nardini, Julio Zamora, Alberto Descalzo, Mariano Cascallares, Jorge Ferraresi, Juan José Mussi, Mario Secco, Fernando Espinosa y Mariano Cascallares, entre otros pesos pesado del peronismo bonaerense.
Cerca de Máximo Kirchner, indicaron que los intendentes massistas «no se pronunciaron pero tampoco tienen por qué hacerlo», y agregaron que entre los que no postearon su adhesión en redes hay aliados como Lucas Ghi, cuyo apoyo descuentan.
En un despacho del Congreso, deslizaron ante LPO que la jugada del lanzamiento por la red de Elon Musk no fue con acuerdo de Insfrán. «Lo cerraron entre Wado y Mayans», precisaron, y agregaron que la negociación incluye «una lista de jueces a acordar» con el gobierno.
LPO informó este sábado que un importante juez de Comodoro Py considera que «a Cristina le vendieron que (Ricardo) Lorenzetti y (Ariel) Lijo en la Corte, más Mariano Borinsky en la Procuración, le resolvían su suerte judicial». Ante la imposibilidad de cambiar la composición de la Corte Suprema antes que vencieran los mandatos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, la ex Presidenta apuró su desembarco en el PJ, para acumular poder, conservar la lapicera y candidatearse el año próximo, interpretan en tribunales.
La lectura coincide entre los dirigentes de La Patria es el Otro, el armado de Andrés Cuervo Larroque, y sectores del kirchnerismo que se fueron alejando en los últimos años de la órbita de Cristina, como la CTA y los movimientos sociales. «Cristina va a subordinar el PJ a su estrategia judicial, pero el PJ no es el Instituto Patria», dijo un ex funcionario de los gobiernos kirchneristas.
Como sea, los militantes de esas organizaciones siguieron juntando avales para la candidatura de Quintela durante el fin de semana. «El viernes, después de los mensajes por Twitter, la definición fue que continuemos con esa tarea», sostuvo uno de los responsables en el sur del conurbano.
Todo sugiere cierto desconcierto. Una inesperada debilidad del kirchnerismo, pero al mismo tiempo, una impotencia evidente entre los gobernadores e intendentes peronistas. «La descomposición les llegó a todos: ni Cristina puede representar mucho más allá de la agrupación de Máximo ni los gobernadores pueden hacer otra cosa que tratar de administrar sus provincias», resumió un histórico dirigente peronista.