El colectivero Leonardo Sebastián Figueroa (43) fue brutalmente asesinado mientras hacía su recorrido habitual con el interno 101 de la línea 506, en la localidad bonaerense de Glew. Un pasajero, identificado como Calixto de Jesús Ojeda (57), lo apuñaló en dos oportunidades sin darle la posibilidad de defenderse. En un principio se creyó que se trataba de un intento de robo, pero con el correr de las horas se descubrió una historia que incluía infidelidad, celos y que terminó con un brutal asesinato.
Una de las inesperadas protagonistas que apareció en escena fue la esposa del acusado, reconocida por sus siglas Y.M (30). En el pasado, la mujer tuvo un affaire con Figueroa mientras estaba con Ojeda, algo que -al parecer- el agresor se habría enterado hace poco tiempo, por lo que la pareja estaba en crisis.
“Feliz cumpleaños y ojalá que todo mejore, que sea una tormenta pasajera”, escribió Y.M en su cuenta de Facebook, acompañando el posteo con un video con fotos de su familia. Además del saludo por el cumpleaños 57 de Ojeda, dando a entender que estaban atravesando un mal momento, deseó: “Y que volvamos a estar más fuertes que nunca. Te amo, ojalá hayas pasado un día lindo, mi amor”. Esta publicación fue realizada el martes, horas antes del crimen de Figueroa.
Con la finalidad de despejar cualquier tipo de duda, fuentes policiales confiaron a TN que se descartó que el crimen se haya cometido en medio de un asalto y aseguraron que se trató de “un hecho pasional”.
La principal hipótesis vinculada a la infidelidad logró ser corroborada el mismo día del crimen. Esa noche, su familia lo esperaba en casa para celebrar su cumpleaños, pero Calixto nunca llegó. Horas después, Y.M terminó en la comisaría preocupada por la ausencia de su marido.
Fuentes cercanas al caso informaron a TN que, al llegar a la dependencia policial, los oficiales le comunicaron que su esposo estaba detenido por haber apuñalado a un colectivero.
Desconcertada, la mujer preguntó con quién había tenido el altercado. Fue en ese momento cuando, entre lágrimas, se quebró y contó el trasfondo del asesinato: la víctima era, supuestamente, su amante.
Así fue el brutal crimen del colectivero
Ojeda, quien tenía un barbijo puesto y una bolsa en su mano, se acercó al conductor del 506 en pleno recorrido, fingiendo que se iba a bajar por la puerta delantera del colectivo. En ese momento, mantuvo un diálogo de unos segundos con el chofer.
Cuando la unidad aminoró la velocidad para frenar en una de las paradas, Ojeda sacó un cuchillo de adentro de la bolsa y lo apuñaló dos veces en el estómago.
Luego, se bajó del colectivo mientras estaba en movimiento y casi cayó al piso, mientras que Figueroa observó las manchas de sangre en su mano y en su cuerpo, pero siguió manejando varias cuadras más.
Uno de los pasajeros llamó de inmediato al 911 para alertar sobre la brutal agresión ocurrida a las 20.34 de este martes, cuando transitaba por la calle Pereyra, entre Presa y Rojas.
El conductor fue trasladado de urgencia en su propio colectivo hacia el hospital Cecilia Grierson de Guernica, pero murió unas horas después debido a las graves heridas. En tanto, el agresor fue derribado por un testigo -quien creía que era un delincuente- y minutos después fue detenido por agentes de la Policía Bonaerense.
“Pasaba mucho tiempo con su familia, iba a jugar al fútbol con los chicos y siempre trabajaba mucho”, recordó una conocida de la víctima en diálogo con TN. Miriam Peralta, una familiar, también lamentó la pérdida: “El martes su hijo cumplió 21 años y recibió la peor noticia, de que mataron al padre”.
Tras el ataque mortal, los choferes compañeros de la víctima cortaron los servicios del transporte con un paro. Sin embargo, desde la empresa aseguraron que este jueves se cumplirán los servicios con normalidad.
En la investigación intervino la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N 3, a cargo del fiscal Juan Manuel Baloira. El caso quedó caratulado como “homicidio agravado con alevosía”.