Si bien el Presidente Javier Milei solo elogió públicamente a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y le atribuyó a sus políticas el fin de «los malditos piquetes» en la Argentina, al expresar en el Congreso de Inversiones Inmobiliarias, realizado el jueves 15 de agosto, que «Se terminaron los malditos piquetes que nos arruinaban cada día», la realidad indica que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, también merece crédito por sus denuncias a referentes de las organizaciones piqueteras, referenciadas en partidos políticos de izquierda, que, durante el reciente Gobierno de Alberto y Cristina Fernández, cortaban las calles de la Ciudad de Buenos Aires, casi a diario.
Piquetes y marchas, bajo la lupa de Patricia Bullrich y Karina Milei
Las enormes columnas de personas movilizadas, en parte por convicción ideológica y, en gran parte, bajo la amenaza de perder los planes que repartían los líderes de organizaciones piqueteras que eran otorgados desde el ministerio de desarrollo social que condujo, en la última etapa, Victoria Tolosa Paz, provenían desde partidos del conurbano de zona sur y del oeste.
Filas y filas de ómnibus cargados de madres con sus hijos junto a jóvenes a pie que, tras cortar en ocasiones y atravesar el Puente Pueyrredón, terminaban por realizar acampes en la avenida 9 de Julio y Belgrano, a metros del ministerio de Desarrollo Social, donde una gigantografía de Eva Perón se enseñaba como un símbolo de todo aquello que la «jefa espiritual» del peronismo no hubiera querido ver en vida.
Sea como fuere, el discurso en el Congreso de Inversiones Inmobiliarias, del jefe de Estado, Javier Milei, sostuvo que el trabajo de Bullrich es «monumental». Y, los números, una de sus aficiones favoritas, respaldan su comentario.
Movilizaciones: las estadísticas hasta mediados de año
Acusados en la Justicia por el reparto irregular de planes sociales y por prácticas que rozan lo indigno, como pedirles un retorno a los beneficiarios de planes sociales, figuras como Eduardo Belliboni del Polo Obrero, entre otros referentes menos conocidos de los «movimientos sociales», intentaron organizar movilizaciones pero los resultados fueron decepcionantes.
Los dirigentes sociales que no solo se referencian en organizaciones de izquierda, sino también en usinas ligadas al Vaticano y al Papa Francisco han organizado menos marchas y han convocado a menos gente.
Los Cayetanos, se hicieron conocidos un 7 de agosto de 2016, con una impactante movilización que partió desde la iglesia de San Cayetano, en Liniers, y terminó en Plaza de Mayo. En el día del Santo de la Providencia y Patrono del pan y del trabajo, protestaban contra el gobierno de Mauricio Macri.
Acusaban al gobierno de Cambiemos de «hambrear al pueblo». Esos mismos dirigentes pasaron a formar parte, luego del Frente de Todos, pero el idilio con el gobierno de Alberto Fernández fue corto y, también, le reclamaron por un salario universal que garantice un piso mínimo de ingresos para todos y todas las trabajadores».
No parece haber ningún punto de contacto entre los Cayetanos y sus políticas con el presidente libertario. Los dirigentes Esteban «Gringo» Castro, secretario general de la UTEP, Juan Grabois o los integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), cuyo líder es Juan Carlos Alderete, el referente del Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP) y el Partido Comunista Revolucionario (PCR), tienen profundas diferencias con la orientación de gobierno de La Libertad Avanza.
Sin embargo, tras la indagación en la Justicia contra Belliboni del Polo Obrero por presunta extorsión a beneficiarios de planes sociales y administración fraudulenta contra el Estado, los piquetes bajaron en intensidad a un ritmo mayor de la caída de la inflación.
Uno de los puntos principales fue la implementación del protocolo de actuación antipiquetes en el que actúan de manera coordinada la Policía Federal y las Fuerzas de Seguridad Federales, ante cortes totales o parciales de rutas nacionales y otras vías de circulación sujetas a la jurisdicción federal, incluyendo la interrupción del tránsito particular.
El protocolo antipiquetes, que involucra a la Policía Federal y otras fuerzas de seguridad, ha sido aplicado 310 veces desde el 20 de diciembre, con 50 mil efectivos movilizados, según estadísticas realizadas hasta el mes de Julio.
En el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, las mediciones indican que disminuyeron un 50% entre el 20 de diciembre de 2023 y el 14 de julio de 2024.
Una tendencia a la baja que se repite en el resto del país, con algunas provincias mostrando una disminución aún mayor.
El protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich fue una de las claves fundamentales para que los piquetes comiencen a ser un mal recuerdo heredado desde la crisis del 2001 pero, también hay que anotar que, la otra decisión importante fue quitarle el poder de intermediación que tenían los dirigentes piqueteros sobre los beneficiarios de ex programas claves como el Potenciar Trabajo. Además, fue de mucha utilidad para este objetivo la implementación de la línea 134 habilitada para ese efecto por el Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Patricia Bullrich.
Las damas de Javier Milei lograron ganar la calle para comenzar a terminar con la extorsión piquetera de cortar las rutas y vías de acceso amparados en reivindicaciones sociales que suelen tener un gran presupuesto del Estado nacional para repartir.