¿Quién no conoce el nombre de Google, a simple vista reconocible por su llamativa combinación de colores? Ahora bien, ¿cuál es el significado del mote que lleva el popularísimo buscador web y la empresa que Sergey Brin y Larry Page fundaron en 1998? Hasta ahora hubo consenso al respecto, pero de pronto surgieron nuevas especulaciones que se viralizan en Internet.
¿Acaso es un acrónimo que incluye palabras que jamás habíamos vinculado a Google?
El nombre de Google y las nuevas teorías virales
Tal como observa New York Post, el revuelo se originó gracias a una publicación en la plataforma Quora en la que un usuario pregunta si Google es un acrónimo, es decir, una sigla cuya configuración permite su pronunciación como una palabra.
Esa publicación desató varias hipótesis y algunos apuntaron a la siguiente dirección: que Google es la sigla de “Global Organization of Oriented Group Language of Earth”. En español, “organización global de grupos de lenguajes orientados de la Tierra”.
El verdadero origen del nombre de Google
A fines de los 90′s, Page y Brin barajaron la posibilidad de que lo que ahora conocemos como Google lleve por nombre “Backrub”. De hecho, fue la denominación de motor de búsqueda antes de su lanzamiento comercial. Aquel término es una referencia a la capacidad de ese sistema para analizar los backlinks de los sitios web, que eran usados como criterio para elegir qué resultados mostrar para una búsqueda determinada.
Ahora bien, ¿cuál es el origen del término Google? Las crónicas cuentas que es una referencia a la “gúgol”, un concepto aritmético para describir a un número 1 seguido de 100 ceros. Ese concepto fue acuñado en 1920 por un niño de nueve años, Milton Sirotta, que era sobrino de Edward Kasner, un matemático estadounidense. En su libro Matemáticas e imaginación, el especialista refería a esa cifra frecuentemente, y el pequeño opinó que una cantidad tan tonta mercería un nombre igualmente tonto.
¿Cómo llegó a convertirse en el mote de uno de los gigantes de la tecnología? La historia de Google cuenta que cuando sus fundadores pensaban un nombre, alguien sugirió Googol y decidieron chequear si el dominio estaba disponible o si alguien ya lo estaba utilizando. Cuando lo escribieron, lo hicieron con un error: “Google” en lugar de “Googol”. Y así quedó. La elección no fue puramente casual: reflejó el propósito de Page y Brin para alcanzar muchísima información.