Hay quienes dicen no conocer el sabor umami, pero el primer contacto que tenemos con él se produce en la leche materna. Esto sucede porque este alimento es naturalmente rico en glutamato, un aminoácido responsable de activar el sabor umami en las papilas gustativas.
Junto al dulce, salado, ácido y amargo, el umami es reconocido como el quinto sabor del paladar, caracterizado por la prolongación del sabor en la lengua y el aumento de la salivación. Se observa principalmente en alimentos ricos en glutamato como el tomate, el queso parmesano, las algas, la carne, el pescado y los huevos.
Beneficios de la leche materna
Además de un sabor agradable, la presencia de glutamato en la leche materna también proporciona la energía necesaria para el desarrollo de los enterocitos, las células epiteliales que recubren el intestino delgado y el grueso.
Estas células son esenciales para mantener la integridad funcional de la mucosa intestinal y la protección contra microorganismos patógenos, reforzando la importancia de la lactancia materna en los primeros seis meses de vida.
Una investigación liderada por el pediatra ecuatoriano, profesor doctor Manoel Baldeón, evaluó las concentraciones de glutamato y otros aminoácidos en la leche de mujeres adultas y adolescentes lactantes, con edades entre 14 y 27 años.
Uno de los detalles importantes del estudio fue la relación entre los tiempos de lactancia: cuanto mayor es el tiempo de lactancia, mayor es la concentración de glutamato y, en consecuencia, el sabor umami, presente en la leche materna.
Además del glutamato, el estudio también identificó un aumento en la concentración de aminoácidos condicionales, como la glutamina, y aminoácidos esenciales de cadena ramificada, como la leucina, la isoleucina y la valina, que son cruciales para el mantenimiento del músculo esquelético y de las proteínas. síntesis.
Los investigadores también enfatizaron la importancia de la leche materna hasta al menos los seis meses de edad para promover una mejor nutrición.
La influencia de lo que come la madre del bebé
“Curiosamente, el sabor en la leche materna tiende a variar según la nacionalidad, debido a la dieta de la madre. Por ejemplo, la leche materna japonesa puede tener un toque de sabor de salsa de soja o sopa de miso, mientras que la leche materna italiana puede tener un sabor más parecido al tomate y al queso parmesano”, destaca el doctor Miguel Baldeón.
Finalmente, Baldeón indicó que es importante que la madre tenga una alimentación saludable durante la etapa de embarazo, ya que, cambiará el sabor de la leche materna, lo cual expondrá al bebé a distintos sabores, que pueden ayudarle a aceptar alimentos sólidos con mayor facilidad más adelante. Sin embargo, Baldeón comentó que es importante hacer las consultas respectivas al médico de cabecera para un asesoramiento en alimentación y nutrición personalizado.