La Cámara de Diputados del Chaco se destacó a lo largo de los años, por aprobar leyes fundamentales para este proceso, como la creación de parques industriales y áreas estratégicas, la ley de fomento al emprendedurismo, la ley de desarrollo de la economía del conocimiento, y el fondo fiduciario para el desarrollo del empleo industrial. Esta labor legislativa fue esencial para establecer un régimen de promoción industrial que hoy fortalece a nuestra provincia.
Sin embargo, la reciente propuesta de adherir al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) representa una amenaza para la industria chaqueña. El RIGI busca legitimar un esquema que va en detrimento de nuestra soberanía y del desarrollo industrial local. Cuando se nos planteó la adhesión al RIGI, se argumentó que era una medida necesaria para atraer inversiones. Nada más alejado de la realidad. Este régimen no genera empleo local, porque no es una condición para las empresas extranjeras, ni inversiones que beneficien a nuestra industria; además no deja un sólo dólar en la provincia ya que está clara la eximición impositiva, solo favorece a grandes empresas extranjeras, dejando desprotegidas a nuestras pymes y trabajadores locales.
No queremos inversiones extranjeras a cualquier costo
No estamos dispuestos a ver cómo se destruye nuestra matriz productiva local por beneficios que apenas llegan a nuestras comunidades. El RIGI, tal como está planteado, permite que empresas extranjeras operen en nuestra provincia con beneficios fiscales exagerados, sin pagar impuestos y sin la obligación de contratar mano de obra local. Esto no solo representa una pérdida significativa de ingresos fiscales para la provincia, sino que también pone en riesgo la equidad y justicia económica necesarias para un desarrollo equilibrado.
Extractivismo sin restricciones
El RIGI incentiva la explotación de nuestros recursos naturales sin asegurar beneficios para la comunidad chaqueña. Este enfoque no promueve el desarrollo sostenible ni el valor agregado en nuestras cadenas productivas. Al permitir la explotación indiscriminada de nuestros recursos, sin condiciones claras que beneficien a nuestras comunidades, se limita enormemente las oportunidades de crecimiento económico a largo plazo.
Por otra parte, y tal como lo expuso la unión de industriales, el RIGI genera una competencia desleal que perjudica directamente a nuestras empresas locales. Los empresarios chaqueños, que cumplen con todas sus obligaciones fiscales y laborales, se verán forzados a competir con empresas que disfrutan de beneficios impositivos. Esto no solo afecta la creación de empleo local, sino que también debilita a nuestras empresas y su capacidad para crecer y desarrollarse.
Desde mi lugar como diputada de la oposición, en el día de la industria nacional, apelo a la responsabilidad de mis colegas de todos los partidos. No podemos permitir que un régimen tan perjudicial se implemente en nuestra provincia. Apelo a las convicciones de quienes se formaron en las ideas del radicalismo y del justicialismo, para que se opongan a este proyecto que claramente va en contra de la soberanía y del desarrollo industrial local.
No se trata de oponerse al desarrollo ni a las inversiones, se trata de oponerse al saqueo y a la destrucción de nuestra matriz productiva. Gobernar para nosotros es crear trabajo, es construir un futuro sostenible para nuestras comunidades, no hipotecar nuestra riqueza y nuestro futuro por beneficios que nunca llegarán. No dejemos que dentro de 30 años tengamos que lamentarnos por las decisiones que tomemos hoy. Defendamos lo nuestro, defendamos la industria chaqueña.
Pia Cavana, Diputada Provincial – Frente Chaqueño