El juez federal Ariel Lijo tiene una causa contra Fernando Cerimedo que es un espejo de la investigación que acorrala al estratega digital de Javier Milei en Brasil por el manejo de milicias digitales de Jair Bolsonaro, que intentaron llevar adelante un golpe de Estado contra el presidente Lula.
El propio Cerimedo admitió en una entrevista con La Nación que maneja «un montón» de trolls. Poco después recibió una denuncia penal de Malena Galmarini, que lo acusó de dirigir un mecanismo de ataque coordinado, planificado y sistematizado de hostigamiento contra dirigentes, periodistas, figuras del espectáculo y ciudadanos que tengan una mirada crítica sobre el gobierno de Milei.
Galmarini acusó a Cerimedo y su equipo de redes de desprestigiar a dirigentes de la oposición, instalar noticias falsas, calumniar, injuriar y amedrentar a los usuarios de redes sociales con amenazas e insultos.Y definió a ese equipo como «una verdadera organización criminal», lo que los podría poner a tiro de la figura de asociación ilícita.
«Ahora parece haberse implementado una estrategia mucho más violenta, cuando no directamente delictiva, que incluye amenazas coordinadas o la exposición de datos personales («doxeo») con la finalidad de fomentar que otros usuarios más espontáneos adhieran o repliquen la amenaza o el insulto», señala la denuncia. El uso por parte de los libertarios de datos personales y comerciales para atacar a los blancos elegidos, ya es motivo de preocupación de los empresarios que ven atrás de eso la mano de Santiago Caputo que se ocupó de controlar a la Side y la división de inteligencia fiscal de la AFIP.
En su denuncia, la esposa de Sergio Massa apuntó directamente a Cerimedo y a funcionarios como el diputado Agustín Romo y Juan Pablo Carreira, alias Juan Doe, director de comunicación digital de Milei y ex empleado y socio de Cerimedo en el sitio La Derecha Diario. Además, el escrito menciona una por una las cuentas vinculadas a Santiago Caputo: el Gordo Dan, El Trumpista, Pregonero, El Buni y Traductor Te Ama. Detalla además el escrito, quienes están atrás de algunas de ellas.
El Gordo Dan ya es conocido y no es otro que Daniel Parisini, camillero del Hospital Rivadavia que ahora conduce el programa «La Misa» en el canal de streaming libertario «Carajo». Es en los hechos la mano derecha de Santiago Caputo en la operación libertaria en X, incluso para disciplinar a funcionarios que molesten al asesor presidencial.
Traductor es Esteban Glavinich, hijo de Raúl, accionista de Mirgor, la empresa de Nicolás «Nicky» Caputo. El Buni se llama Franco Buoniconto y estuvo en el búnker del triunfo de Milei. Cuando La Nación reveló que El Trumpista es un uruguayo llamado Luciano Cabrera, hasta la cuenta de Twitter de Santiago Caputo asedió a la periodista que firmó la nota.
Es que por encima de Cerimedo, en el organigrama real del mundo libertario, está el principal asesor del presidente Milei, que empuja la designación del juez federal Ariel Lijo en la Corte Suprema, lo que coloca al magistrado en una posición incómoda ya que es él quien debe investigar la denuncia de Galmarini contra el sistema de los trolls libertarios.
«Desde que Lijo fue propuesto para la Corte Suprema, la causa de Galmarini contra Cerimedo no tuvo mayores movimientos», dijo a LPO un abogado que sigue el tema.
No es la primera vez que el juez federal se cruza con este grupo. Hace 13 años, Lijo instruyó una parte de la investigación contra Rodrigo Lugones y Guillermo Garat, socios de Santiago Caputo. Esa denuncia la presentó el peronista Juan Manuel Olmos por la campaña sucia que sufrió Daniel Filmus cuando era candidato a jefe de gobierno contra Mauricio Macri. En ese momento, se difundió a través de call centers la falsa versión que el padre de Filmus estaba vinculado al caso de corrupción de Sergio Schoklender. El operativo incluyó un precoz uso de Twitter para hacer envíos masivos de esa fake news.
La denuncia de Galmarini, a la que accedió LPO, incluye un detalle del entramado de empresas de Cerimedo, como Numen y Madero Group, en las que tienen acciones algunos de los trolls. En el escrito se cita una nota de En Orsai que reveló que el 10% de Madero está en manos de Tomás Federico Beltrame, dueño de una fiambrería en Vicente López y el otro socio es el veinteañero Ezequiel Ismael Acuña, @elpasanteok, que tiene el 2,5%.
Madero Group SRL, en realidad está registrada a nombre de Natalia Basil, la pareja de Cerimedo, que fue designada por Milei como directora en la Agencia Nacional de Discapacidad a pesar de que no tiene experiencia en el área, como exige la ley.
«Según algunos ex empleados que pasaron por Numen y Madero Group en tareas relacionadas con webs y landings, Madero Group no tenía a sus trabajadores en blanco ni con cargas sociales y los despedía sin causa y en cualquier momento, sin pagarles siquiera una mínima indemnización, por lo que tiene varios juicios laborales en curso», agrega la denuncia.
En el escrito consta que además de declarar que trabaja ad honorem para Milei desde hace más de dos años, Cerimedo fue durante la campaña presidencial donante permanente de dinero en efectivo. «Solo como un ejemplo, en la semana del 23 al 31 de agosto de 2023, aportó 6.186.097 de pesos en trece fragmentos de montos aleatorios y ni siquiera redondos: 2.009.226, 70.889, 731.570 y contando. Ningún aporte fue bancarizado tal como exige la ley, por lo que no se sabrá nunca ni su origen ni sentido», señala el escrito.
La denuncia recuerda que Cerimedo fue condenado por estafa por venderle a dos personas un mismo departamento en Mar del Plata. Por esa estafa fue sentenciado a dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional por parte del Juzgado en lo Correccional N°3 de Mar del Plata. El estratega digital de Milei, que por aquellos años trabajaba como taxista para la empresa Mardeltax, aclaró en una entrevista con La Nación que «ambas víctimas ya fueron compensadas».