Martín Guzmán logró que el Fondo Monetario Internacional afloje la meta fiscal prevista para el año 2023, una de las principales presiones del Frente de Todos para evitar un ajuste fuerte que sepulte las chances de mantener el poder.
El ministro de Economía -acompañado por Juan Manzur- confirmó este viernes que el acuerdo prevé este año una reducción del déficit al 2,5 por ciento del PBI, tal como anticipó en exclusiva LPO.
El tamaño del ajuste fue el nudo de la negociación en los últimos días y, como vino detallando este medio, Guzmán planteaba una reducción hasta el 3,1 por ciento del PBI, mientras que el organismo que preside Kristalina Georgieva pedía bajar hasta el 1,9 por ciento del PBI. El miércoles por la noche Guzmán había aceptado bajarse hasta el 2,5 por ciento y el jueves a última hora trascendió que el Fondo también había bajado sus pretensiones.
Pero la discusión más crítica era la referente al año 2023 y donde Guzmán estaba más presionado por la interna del Frente de Todos, donde advertían que un ajuste muy duro implicaría una casi segura en las elecciones presidenciales.
En esa discusión -que hasta anoche seguía abierta-, el FMI pedía llegar a una reducción de hasta el 1,4 por ciento del PBI y Guzmán planteaba llegar hasta el 2 por ciento. El ministro finalmente logró imponerse y el organismo aceptó que la meta sea del 1,9 por ciento del PBI.
La discusión más crítica era la referente al año 2023 y donde Guzmán estaba más presionado por la interna del Frente de Todos, donde advertían que un ajuste muy duro implicaría una casi segura en las elecciones presidenciales
Esto implica que en el año electoral el Gobierno deberá aplicar una reducción del déficit de 0,6 por ciento, una meta muy difícil pero más baja de la que planteaba el Fondo. Se trata de una cifra que era considerada “aceptable” en la interna del Frente de Todos.
La visión política se impuso en este punto y esto se vincula con la intervención final de Sergio Massa en la negociación. En el massismo y el kirchnerismo sostenían que la clave era ajustar fuerte este año y aflojar un poco en el 2023 para tratar de ser competitivos.

En un gesto político, Manzur compartió el anuncio con Guzmán
Guzmán también detalló que otro de los puntos centrales del acuerdo es que no implicará “ningún salto devaluatorio” y se mantendrá la actual estrategia del gobierno, aunque al mismo tiempo se habló de trabajar en una mayor competitividad cambiaria. El ministro agregó que el programa tiene objetivos de acumulación de reservas, que para este año prevé un crecimiento de 5 mil millones de dólares.
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