Expertos advierten sobre la necesidad de nuevas estrategias de control y enfatizan la importancia de la prevención comunitaria.
Un reciente estudio realizado por investigadores del CONICET ha revelado una mutación genética en los mosquitos Aedes aegypti, principales transmisores del dengue. Esta mutación confiere a los mosquitos una mayor resistencia a los insecticidas comúnmente utilizados en las campañas de fumigación.
El estudio se centró en poblaciones de mosquitos en localidades específicas de Salta, Formosa y Misiones. Harburguer enfatizó que estos hallazgos son localizados y no pueden generalizarse a todas las poblaciones de mosquitos del país. «El fenómeno de la resistencia es un fenómeno muy local. Es decir, no se extiende a, quizás, localidades que están a 20 kilómetros de donde nosotros evaluamos«, aclaró.
La investigación encontró que las poblaciones estudiadas son resistentes a la permetrina, el producto actualmente utilizado en las campañas de control. Ante esta situación, los investigadores proponen alternativas no basadas en piretroides que han demostrado ser efectivas contra estas poblaciones resistentes.
Sin embargo, Harburguer señaló que la implementación de nuevos insecticidas requiere un proceso de aprobación y regulación por parte de la ANMAT. «Necesitaríamos que las empresas se interesen en fabricar productos diferentes», indicó.
Es importante destacar que esta resistencia no afecta a los repelentes de uso personal. «Los repelentes se usan para que el mosquito no nos pique y siguen funcionando exactamente igual», aseguró Harburguer, añadiendo que «cualquier tipo de repelente que esté registrado por el ANMAT sigue siendo igual de efectivo«.
Los expertos enfatizan que la lucha contra el dengue no debe depender únicamente de los insecticidas. La Dra. Harburguer subrayó la importancia de las campañas de prevención y la participación comunitaria: «Es muy importante recalcar todo lo que son las campañas de prevención. Todo lo que podemos hacer desde nuestra casa, es la etapa más fácil de atacar de este mosquito.»
El estudio también resalta la necesidad de abordar factores socioeconómicos que influyen en la proliferación del mosquito. «Si una de las claves es no acumular agua y la gente no tiene acceso a agua potable, es un poco difícil que no acumule agua«, señaló Harburguer, destacando la importancia del saneamiento ambiental.
De cara a la próxima temporada estival, los investigadores advierten que es difícil predecir la magnitud de posibles brotes de dengue. «Tener dengue o no, o epidemia de dengue o no, no depende solo de la presencia del mosquito, sino también de la presencia del virus«, explicó Harburguer.
Este estudio del CONICET subraya la necesidad de una estrategia integral en la lucha contra el dengue, que incluya la investigación continua, el desarrollo de nuevos métodos de control, y un fuerte énfasis en la prevención y la participación comunitaria.