“Son 160 trabajadores despedidos más los 85 del mes pasado y hace dos meses, más todo lo que conlleva. Ahora nos pidieron bajas de la UG, así que se hace un número grandísimo. Eso va acompañado de la gente de maestranza, gastronomía, vigilancia… se hace un número importante y capaz alcanza a más de mil personas”, expuso la preocupación el delegado de la empresa Masoero, Diego Flores, en diálogo con la periodista Mariela López Brown en Mañanas Argentinas por C5N.
Si bien algunos trabajadores que se concentraron no fueron despedidos, saben que en los próximos días les llegará el telegrama de despido, por lo que se concentraron para apoyar a aquellos que ya se quedaron sin empleos y luchar para que no suceda con ellos. En lo que va del 2024, unos 30 mil empleados estatales fueron despedidos.
“Todavía estoy trabajando, pero estoy esperando el telegrama. Estamos en la lucha, y hasta que no nos tome de vuelta la empresa vamos a seguir acá apoyando a todos los compañeros. Vamos a seguir con la lucha por ellos, por mí y mi familia”, señaló Francisco en C5N y agregó: “Soy el único sostén de mi familia, tengo dos hijos que estudian. Antes no me alcanzaba para llegar a fin de mes… con trabajo ya estaba mal, imagínese ahora que estoy esperando el telegrama”.
La denuncia de ATE sostiene que esta parálisis “la justifican con la excusa de que van a hacer foco en ‘los problemas de ingeniería del proyecto’” y, aunque reconocieron que estos problemas existen, los mismos “se estaban abordando y se tienen que resolver, pero el parate de la obra es producto del brutal ajuste que está realizando el Gobierno de Milei y ejecutando las autoridades de CNEA”.
Al mismo tiempo, señalaron que “si se animan a frenar uno de los dos proyectos insignia de la CNEA, que resta para los demás proyectos, líneas de trabajo que no tienen la misma visibilidad y sectores que las autoridades desprecian”.
Qué es el proyecto CAREM 25
CAREM, la primera central de potencia de diseño 100% nacional, se consolida como un proyecto referente de esta nueva generación de reactores diseñados para la producción de electricidad en bajas o medianas potencias, siendo, además, una innovadora variante de los llamados Pressurized Water Reactor o Reactores de Agua Presurizada (PWR).
“Los PWR representan tres cuartas partes de los más de 400 reactores de potencia que hay en operación en el mundo. Además, cuentan con una serie de características distintivas que permiten planificar procesos de construcción, operación y mantenimiento relativamente más sencillos y eficientes que otras clases de centrales”, según se detalla en la página argentina.gob.ar.
La CNEA trabaja fuertemente en la construcción de la primera versión de la central CAREM, que, como todo desarrollo ‘primero en su tipo’ (FOAK, por las siglas en inglés de ‘first of a kind’), atravesará luego de su puesta en marcha un proceso de validación y calificación que resulta fundamental para consolidar el escalamiento a versiones comerciales de mayor tamaño y potencia.
En esta línea, se avanza con la puesta en marcha de un primer reactor CAREM que generará 32 MW eléctricos (lo que permitiría abastecer a una población de unos 120 mil habitantes aproximadamente) que, además de ser la referencia de ingeniería para los módulos de mayor potencia que se encuentran en etapa de diseño conceptual, también permitirá facilitar el proceso de licenciamiento de los futuros CAREM de escala comercial.