Cristina Kirchner se reunió en La Matanza con un cura villero enfrentado a Fernando Espinoza para confirmar la ruptura con el intendente.
La ex presidenta visitó de sorpresa la Parroquia San José, que conduce el padre Nicolás Angelotti, conocido como el «Padre Tano».
Angelotti está enemistado con el intendente desde la pandemia, cuando firmó una carta junto a otros curas villeros para pedir mayor presencia estatal frente al avance del coronavirus. Después de esa carta, la diócesis del Padre Tano recibió aprietes con disparos al piso como en las películas del Lejano Oeste.
El Padre Tano viene trabajando hace tiempo el territorio con Facundo Tignanelli, el representante de Máximo Kirchner en La Matanza. La visita sorpresa de Cristina confirma la ruptura del kirchnerismo con Espinoza.
Como anticipó LPO, Máximo se acercó a Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita que viene disputando la hegemonía del intendente matancero con su esposa, Patricia «Colo» Cubría. En las elecciones del año pasado, Cubría enfrentó a Espinoza en las primarias y volverá a pelear por la intendencia en 2027, cuando podría tener el apoyo de Cristina.
En la recorrida junto al Padre Tano, Cristina visitó una obra de integración urbana que consta de comedores, clubes, escuelas, orquestas, hogares de recuperación de adicciones, casas para la ancianidad.
La visita de Cristina tuvo el carácter de una bajada opositora: se comprometió a empujar la urbanización de los barrios de Puerta de Hierro, San Petersburgo, 17 de Marzo y 17 bis que viene llevando adelante la provincia de Buenos Aires.
En cuanto a Puerta de Hierro y San Petersburgo, el objetivo es concluir el camino iniciado para urbanizar estas dos villas bonaerenses con la construcción de casas para estas familias que llevan más de 50 años a la espera de una solución que los saque de las condiciones insalubres en las que viven.