El universo Counter Strike, uno de los más afamados videojuegos de disparos, atraviesa una de sus instancias más excitantes. El jolgorio no se debe a una nueva competencia de la entrega gamer o al lanzamiento de nuevas funciones. En cambio, la noticia nos trae un récord impensado: un comprador pagó más de 1 millón de dólares por un accesorio para el juego.
Compra récord en Counter Strike: los detalles de una transacción millonaria e intangible
Siguiendo a la publicación Kotaku, se desconoce la cifra exacta que se pagó por la skin, aunque se sabe que se encuentra en el rango que va de 1 a 1,5 millones de dólares. De acuerdo a la fuente, es el ítem más caro que jamás se haya vendido en la historia de este título, cuyos orígenes se remontan al año 1999.
¿Cuál es el preciado elemento? Se trata de un AK-47 Acero Templado, un arma en Counter Strike 2 sumamente exclusiva —solo existe una entre las más de 1.000 millones de skins registradas—; una verdadera rareza con capacidades superlativas dentro de ese universo virtual. En el siguiente video podés ver detalles de su aspecto, con una singular y poco frecuente cobertura en color azul.
Más allá de las especificaciones que valoran los expertos en el juego desarrollado por Valve, es interesante notar que se trata de un elemento casi imposible de conseguir durante la aventura. Según explica el sitio especializado 3DJuegos, esta skin es exclusiva de la Weapon Case, una caja que se estrenó en CS:Go de 2013, también rara, y al abrirla las posibilidades de encontrar el arma mencionada son de 0,00002%.
¿Cómo se establece el precio? La respuesta no es sencilla, aunque sí es importante mencionar algunas cuestiones al respecto. Quien pagó más de 1 millón de dólares no lo hizo por mero capricho u ostentación. Esa cifra es un indicador de la popularidad de Counter Strike 2 y de la franquicia en general, y de la fuerza de la comunidad en torno a ese juego. “Una skin rarísima que no le interesa al público, no valdría nada”, nota la fuente mencionada.
Así, siendo improbable que aparezca otra como aquella, no estamos solamente frente a un arma intangible: se trata, además, de un activo digital cuyo valor podría aumentar en una reventa. Naturalmente, hay riesgos. Preguntemos a los muchos que pagaron millones por NFTs cuya valoración luego cayó al subsuelo.