Este fin de semana, miles de jóvenes participaron en la 45º Peregrinación Juvenil del Nordeste Argentino hacia la Basílica de Itatí, bajo el lema «Aferrados al Amor de María, construyamos la fraternidad». Los peregrinos recorrieron 70 kilómetros desde diferentes puntos de la región, en una marcha de fe que incluyó a las diócesis de Corrientes, Resistencia, Formosa, San Roque y Reconquista.
El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, quien dio la bendición inicial a los peregrinos de su diócesis, destacó el compromiso de la juventud: «Es maravilloso ver a tantos jóvenes y familias, sobre todo en un momento donde todo parece estar en crisis. Nuestra juventud tiene un potencial hermosísimo. Peregrinar es un símbolo de la vida: es dar todo de uno mismo a los demás, y eso llena porque es lo que nos hace felices».
Stanovnik también subrayó la importancia de la solidaridad y la fraternidad, no solo entre los que caminan, sino también entre quienes colaboran con la peregrinación: «No solo son peregrinos los que recorren el camino, también lo son aquellos que apoyan en los servicios móviles, brindan sanidad, ofrecen frutas y sándwiches, o incluso quienes desde sus casas acompañan con oración. Todos somos parte de esta peregrinación».
Por su parte, Eduardo Tassano, intendente de Corrientes, valoró el significado de la peregrinación para la comunidad local: «Nuestra gente es muy creyente, y ver a estos jóvenes participar es algo maravilloso. Sabemos lo duro que es el camino, especialmente en las últimas horas, pero la emoción de llegar a Itatí y ver a la Virgen lo recompensa todo. Este tipo de eventos no solo fortalece nuestra fe, sino que también nos recuerda la importancia de trabajar juntos por un futuro mejor para nuestra juventud».