En el Chaco hay una Ley de distribución de pautas que no se aplicó nunca. Los medios de comunicación reciben pauta del Estado según la relación que los propietarios tengan con los funcionarios de turno. En el medio están los periodistas, pero, peor aún es cuando se busca que haya una pelea entre periodistas (movileros, trabajadores de radio, de televisión, de medios escritos y medios digitales) que todos de alguna manera, con más o menos recursos, hacen su trabajo. Los periodistas no nos peleamos, hacemos nuestro trabajo y somos solidarios entre nosotros. Trabajamos colaborativamente, la mayor cantidad de veces.
Este 2024 con Leandro Zdero sucede lo mismo que cuando asumió Jorge Capitanich en 2007: muchos periodistas fueron echados como ahora.
Esos periodistas hoy siguen trabajando en distintos medios, incluso esos portales digitales o productoras, son medios a los que Resico menosprecia.
En estos últimos 17 años, esos periodistas fueron guías, o “maestros” de los nuevos periodistas que hoy están en los medios. Las nuevas generaciones que vienen de la UNNE o de facultades privadas con un título pero que en los medios aprenden el oficio de la calle, aprenden de la vieja guardia, y la vieja guardia aprende de ellos. Es recíproco.
Esas personas a las que Resico menosprecia son periodistas que trabajan por vocación a pesar de la adversidad de ser un comunicador social en Chaco (muy pocos son ricos) y alguna vez fueron despedidos del Estado y se reinventaron.
Al igual que hoy como sucede con Resico, cuando terminó su mandato como gobernador Roy Nikisch muchos periodistas que trabajaron precarizados por más de diez años en los gobiernos de Ángel Rozas y el ahora intendente de Resistencia, que eran colegas de la actual la jefa de Prensa del Gobierno del Chaco, Fanni Fernández, quedaron en la calle por decisión de Néstor Avalle, por ese entonces ocupaba el cargo que hoy ostenta Resico, aunque solo estuvo poco tiempo porque después Capitanich resolvió darle ese lugar a Pedro Miró y en su último gobierno a Darío Kohli.
El secretario de Asuntos Estratégicos, Marcos Resico justifica la quita de pauta a algunos medios, porque a otros los llevó a Somos Uno para que no hablen mal del Gobierno, y hace referencia que “en otros tiempos se hicieron las cosas mal” y que trabaja para “corregir las cosas que se hicieron mal” y tira: “Dimos de baja a más de 200 medios que no existían, un Juancito que tenía un portal digital que replicaba las noticias de NG o de cualquier canal todos los días y que cobraban una pauta de mucha plata…”. Miente Resico en ese sentido. De lo contrario el listado de pautas que otorga a los medios con nombre y montos sería público y estaría al alcance de cualquier chaqueño con solo ingresar en la página oficial https://www.chaco.gov.ar/ . Esa es información que está blindada porque mensualmente así como anuncia el cronograma de pagos a la administración pública, no difunde lo que gasta en pautas en medios tradicionales y no (Google, redes sociales). Tampoco está a simple vista en los sitios https://mapadelestado.chaco.gob.ar/documentacion o https://fiduciariadelnorte.com.ar/ . No cuenta o (que desmienta si no es vedad) que ya gastó 2.800 millones de pesos en publicidad y/o blindaje mediático.
Resico no cuenta que de acuerdo a las planillas de la Subsecretaría de Asuntos Estratégicos a su cargo, se realizaron 45 transferencias desde marzo hasta principios de agosto, cinco de ellas entre $100 millones y $150 millones.
Resico no dice que no habló con esos Juancitos, que no los recibió para preguntarles su situación, solo tomó decisiones arbitrarias a su libre albedrío; tampoco recibió al Sindicato de Prensa del Chaco para hablar de la distribución de pautas de los medios.
Resico no sabe (o mira para otro lado) que esos periodistas cobran sus salarios en cuotas y que la mayoría tiene un sueldo igual al Salario Mínimo Vital y Móvil porque los empresarios no pagan lo que dice la Escala Salarial, la más baja que tiene la provincia.
Esos periodistas son colegas de Fanni Fernández, los que aún viven porque muchos ya fallecieron. Son los periodistas del Estado que hoy están siendo “vedados”, “menospreciados”, “castigados”, “relegados” o “echados”. También son periodistas que trabajan en los medios privados o autogestivos. Todos, en definitiva, rascan la olla para llevar la comida a sus casas.
Pero, los privados, los independientes, son los que están en desigualdad, son los que tienen dos, tres y hasta cuatro trabajos porque uno solo no alcanza. Son los que a diario trabajan más de 15 horas. Son un Juan Alba que está todo el día en la calle. Los periodistas del Estado cobran tres o cuatro veces más que un periodista del sector privado (periodista, no empresario).
No dice Resico que esos periodistas, “Juancito” como él los llama, son trabajadores de prensa que mensualmente en su trabajo registrado no llegan a cubrir la canasta básica que en julio fue de $748 mil, según el Isepci (Ver Escala Salarial de la prensa Chaqueña).
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