El dispositivo de trolls de Javier Milei venía mostrando signos de agotamiento y en los últimos días recibió una inyección de fuerza francamente delirante: cientos de usuarios de la India empezaron a exhibir un interés inesperado por opinar -en favor del Gobierno, por supuesto- sobre el conflicto universitario argentino.
Pero detrás del papelón del dispositivo de trolls que en la política atribuyen a Santiago Caputo y el denunciado Fernando Cerimedo se incuba un tema delicado: las sospechas sobre el uso de los fondos reservados de la Side para contratar a granjas administradas desde la India, movida que había sido anticipada en exclusiva por LPO.
El mismo día que Javier Milei le asignó por DNU 100 mil millones de pesos de fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia, LPO reveló que la idea de Santiago Caputo y su grupo era contratar a una empresa india para manejar trolls. La versión indicaba que la contratación de estos servicios de administración de las granjas de trolls tenía un costo de alrededor de cinco millones de dólares.
Aunque el Congreso volteó el DNU que le asignó los fondos reservados a la Side, todo indica que ya se gastaron la mayor parte. El diputado Maxi Ferraro denunció antes de que el Congreso rechazara el decreto, que ya se habían gastado el 80% de los fondos. En cambio, el titular de la Side, Sergio Neiffert, asegura que no tocaron un peso.
La multiplicación de trolls alimenta la sospecha sobre la contratación de una nueva granja de trolls, especialmente porque al parecer la configuración no se ajustó demasiado bien y aparecieron muchos «indios» opinando de política argentina y apoyando al gobierno de Milei.
Uno de ellos fue Balram Singh Chauhan, que mostró un llamativo conocimiento de la cuestión universitaria en Argentina, al mismo tiempo que contestaba tuits en varios idiomas. «El kirchnerista mas lucido, dice que van a cerrar la universidad. Flaco, esa mentira la usaron para la campaña y no les fue muy bien», escribió este miércoles, pocas horas antes que comenzara la marcha.
El algoritmo seguía descontrolado unas horas después y Balram Singh Chauhan empezó a tuitear a favor de la Universidad pública. «Los egresados no cuestan por mes porque justamente están fuera del sistema. Hacen un malabar matemático como el del 17000% porque son brutos. Exhiben razones por las cuales, efectivamente, la Universidad Pública necesita funcionar», escribió en un español algo torpe. Para luego cargar contra la marcha.
Otros repentinos tuiteros que se sumaron a las fuerzas del cielo son Jagdish Siyol, Kumbhraj Heengra o Prakash Verma.
La decisión de contratar software de trolls de la India no es casual. Ese país se ha convertido en una potencia global del mundo digital y sus productos son muy competitivos en términos de precio.
Más allá de la anécdota de los problemas de configuración de los trolls, el tema es muy sensible y como contó LPO el juez federal Ariel Lijo tiene una causa contra Fernando Cerimedo, el estratega digital de Milei, que es un espejo de la investigación de Brasil, en la que también está imputado el dueño de La Derecha Diario, por las milicias digitales del bolsonarismo que agitaron el intento de golpe de Estado contra Lula.
El propio Cerimedo admitió en una entrevista con La Nación que maneja «un montón» de trolls. Poco después recibió una denuncia penal de Malena Galmarini, que lo acusó de dirigir un mecanismo de ataque coordinado, planificado y sistematizado de hostigamiento contra dirigentes, periodistas, figuras del espectáculo y ciudadanos que tengan una mirada crítica sobre el gobierno de Milei.