La primera alfombra roja del Festival de Cine de Venecia ya se inauguró con la presencia de figuras como Cate Blanchett y Winona Ryder, pero el glamour no se limita solo a la red carpet. La llegada de las estrellas a Lido Beach, donde se celebra el evento, siempre es un despliegue de estilo y Angelina Jolie estuvo a la altura.
La actriz, que llegó a la ciudad italiana para promocionar la película María, fue capturada por los paparazzis con una impecable apuesta de verano, sobria y elegante pero sin dejar de lado las tendencias: eligió un vestido largo en color café.
El diseño se destaca por su silueta fluida y delicada con nido de abeja bajo el escote y las hombros y varias capas translúcidas en al falda que reforzaron el aspecto etéreo de la prenda, una tendencia en alza. El entramado de relieves en el frente, a la altura del torso, que aporta originalidad y volumen.
Sofisticada, apostó al monocromo y combinó el vestido con stilettos al tono, con terminación en punta. Sumó joyería plateada con pedrería y un beauty look natural que incluyó un sutil delineado en la mirada acompañado de sombras, gloss en los labios y el pelo suelto con raya al medio, que actualmente lleva en un tono rubio miel, un poco más claro que en sus últimas apariciones.
Pocas horas después de su llegada, para un evento de prensa de la película, Jolie se cambió el vestido marrón por un clásico negro, también largo. En esta oportunidad, optó por un modelo de terciopelo sin mangas y ajustado al cuerpo con falda sirena que acompañó con un broche de pedrería en el pecho.
Una vez más, el vestido liso y sobrio fue el protagonista del vestuario (que en algunos momentos del día acompañó con anteojos de sol negros) y la actriz reafirmó que la premisa “menos es más” puede dar como resultado las apuestas más elegantes.