“Los sectores que han generado el golpe de Estado, los sectores que se han visto comprometidos en la ruptura institucional, mantienen sus metodologías y sostienen a la fecha (…) que van a generar, lo han intentado en noviembre del pasado año, nuevos elementos de abreviación del mandato del presidente Arce”, dijo Richter en una entrevista al medio local Bolivia TV.
El vocero afirmó que mientras el Gobierno tiene que “administrar” el país y atender los asuntos de “extrema urgencia” en lo económico y lo sanitario, debe lidiar con una “ofensiva antidemocrática en el país y eso seguramente va a estar presente también en 2022”.
Durante su primer año de gestión, Arce se enfrentó a varias protestas de sectores opositores que cuestionaron sus iniciativas y proyectos de ley, que finalmente fueron eliminados o retirados.
Entre ellos se encuentra una frustrada ley con la que el Gobierno buscaba combatir el blanqueo de capitales, pero que la oposición consideró como parte de una persecución, originando protestas que dejaron al menos un muerto y más de 100 detenidos.
El oficialismo calificó estos hechos como “intentos de desestabilización” al Gobierno boliviano y el propio Arce pidió a sus seguidores estar organizados para defender la democracia.
