Estados Unidos e Irán mantuvieron la semana pasada en Omán conversaciones informales con el objetivo de evitar una escalada de las tensiones en Medio Oriente, según indicaron dos fuentes conocedoras de los encuentros al portal Axios.
Los funcionarios estadounidenses que participaron en las conversaciones fueron Brett McGurk, principal asesor para Oriente Medio del presidente, Joe Biden, y Abram Paley, que está ejerciendo de manera interina como enviado especial de Estados Unidos para Irán.
Axios no detalla quién representó al régimen de Irán en los encuentros.
Según el portal, estas fueron las primeras conversaciones entre funcionarios de Estados Unidos e Irán desde el pasado mes de enero, cuando se celebraron negociaciones similares en Omán.
Consultados por la agencia EFE, ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado se posicionaron sobre esas conversaciones de las que hasta ahora solo ha informado Axios.
Esta semana, Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado, dijo en una rueda de prensa que la Administración estadounidense tenía vías para comunicarse con Irán cuando fuera necesario, pero no ofreció ninguna información sobre estos contactos.
Hace poco más de un mes, el 13 de abril, Irán lanzó sobre Israel más de 300 drones, misiles y misiles balísticos, en lo que supuso el primer ataque de este tipo desde suelo iraní.
El régimen de Teherán afirmó que esa oleada de ataques fue una represalia al ataque del 1 de abril contra su consulado iraní en Damasco, que la República Islámica atribuye a Tel Aviv y que causó la muerte de seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, entre ellos dos generales.
Varios días después del ataque, Israel respondió con un ataque contra un sistema de defensa antiaérea S-300 en una base aérea iraní, según medios estadounidenses. El Ejército de Israel ha guardado silencio sobre ese supuesto ataque o no ha confirmado que se produjera.
En este contexto de tensión, el régimen iraní también colabora con los rebeldes hutíes de Yemen, que intensificaron sus ataques contra buques occidentes en el Mar Rojo desde el inicio de la guerra en Gaza.
El gobierno de Biden pidió la semana a pasada a Teherán que detenga sus entregas de una cantidad “sin precedentes” de armamento a los rebeldes hutíes que permite a sus combatientes realizar “ataques imprudentes” contra barcos en el mar Rojo y otros lugares.
El viceembajador estadounidense Robert Wood dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que si quiere hacer progresos para poner fin a la guerra civil en Yemen, debe actuar de forma colectiva para “pedir a Irán que detenga su papel desestabilizador e insistir en que no puede esconderse detrás de los hutíes”.
Hay amplias pruebas de que Irán proporciona armas avanzadas, como misiles balísticos y de crucero, a los hutíes, una violación de sanciones de Naciones Unidas.
“Para recalcar las preocupaciones del consejo sobre las violaciones continuadas del embargo armamentístico, debemos hacer más por reforzar el cumplimiento y disuadir a los infractores de sanciones”, dijo Wood.
Por su parte, la semana pasada Estados Unidos publicó la nueva lista de países que “no cooperan plenamente” en su lucha contra el terrorismo en la que incluyó, al igual que el año anterior, a Corea del Norte, Siria, Venezuela e Irán. El informe fue presentado ante el Congreso por el secretario de Estado, Antony Blinken, conforme lo establece la ley.
(Con información de EFE)